Paisajismo eficiente
Por Mariana Gil
En Mendoza avanza la tendencia de los jardines xerófilos, espacios verdes con vegetación resistente al clima árido que se observan en los desarrollos inmobiliarios de nuevos barrios privados, bodegas y urbanizaciones en algunos departamentos que han adoptado el xeripaisajismo, un concepto de la jardinería que se basa en el uso eficiente y racional del agua en el riego de las plantas.
Uno de los factores que impulsan este fenómeno es la crisis hídrica que padece desde hace más de cuatro años Mendoza. Algunos de los viveros y especialistas en este tipo de jardinería, que fueron consultados por la Revista Área Tres, aseguraron que está en auge la demanda del tipo de plantas xerófilas.
El responsable del vivero Jardín Nativo, Osvaldo Lazzaro, explicó que si bien son plantas muy conocidas porque son autóctonas de nuestra zona, no son muy consideradas y aún hay resistencia de mendocinos que tienen muy arraigada la costumbre de lucir en sus hogares jardines verdes. Pero más allá de esto, la necesidad de ser eficientes con el uso del agua está primando.
Ya hay casos a destacar. Desde el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), donde en los nuevos barrios están sembrando la especie Acacia Visco, una planta que con bajo rendimiento hídrico brinda buena sombra, alcanza un tamaño de 5 o 6 metros y con una flor preciosa, comentó Lazzaro que tiene instalado su vivero en la zona del Challao.
Entre los árboles más vendidos para los nuevos emprendimientos inmobiliarios, el hombre mencionó: el Algarrobo, la Cinarzina y el Aguaribay; todas plantas xerófilas que tienden a ser arbustivas y que necesitan ser preparadas para su desarrollo y crecimiento.
Los costos de este tipo de plantas son similares a las de la jardinería tradicional u ornamental, con la diferencia y ventaja del ahorro de basura porque se evitan los cortes y casi no exigen mantenimiento ni gastos de energía eléctrica.
En este sentido, y para evitar el derroche de agua en el riego de jardines, es que el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) de Mendoza también impulsa el uso de plantas autóctonas o de especies que demandan menos agua, para contribuir a hacer un uso medido y responsable del agua potable para riego.
En los últimos años, los paisajistas están implementando este tipo de plantas en el diseño de los jardines de las bodegas, en especial las que están instaladas en el pedemonte o cerros mendocinos. La Acacia o Espinillo, la Atramentaria que se usan para cercos, la Lagaña de Perro (nombre vulgar) que da una flor muy pintoresca; o los Olivillos, que tiene la particularidad de que son plantas de baja altura y con caída, flor blanca y las hojas con un tornasolado gris, son algunas de las especias más requeridas.
“Esta alternativa de jardinería está creciendo a raíz de la crisis hídrica y la población empezó a adoptarla por su principal ventaja que es el poco mantenimiento que necesitan y que no son caras en comparación con la jardinería tradicional”, subrayó el especialista, quien, al mismo tiempo, agregó que del sur provincial, Tunuyán y San Juan llegan sus clientes en busca de las distintas especies xerófilas que se comercializan hoy en Mendoza.
También algunos municipios como Lavalle y Capital se han sumado a esta tendencia y apuestan a sembrar árboles xerófilos como el Algarrobo sin espinas en distintas zonas de sus departamentos.
Otra voz que se sumó fue la de Beatriz Peñafort, responsable de Vivero Silvestra, ubicado en Luján de Cuyo, quien contó cómo nació hace varios años este emprendimiento dedicado a la producción de plantas xerófitas. Se remontó al origen de este tipo de jardinería en los Estados Unidos, donde después de una gran sequía en los años 70 surgió un movimiento que apuntaba a un mayor aprovechamiento del agua sin sacrificar la belleza de los jardines, lo que se denomina xeripaisajismo.
Según Peñafort, para desarrollar este concepto que apunta al uso eficiente del recurso hídrico en las plantas hay que considerar una serie de acciones: el primer paso “es realizar la planificación y diseño según cada proyecto paisajístico, al mismo tiempo que arranca el desarrollo del proyecto inmobiliario para no desaprovechar la flora autóctona y zonificar los espacios verdes con plantas de similares requerimientos hídricos”.
Es el propio paisaje el que determinará las necesidades de jardinería en cada emprendimiento para que guarde armonía con el entorno, subrayó la experta en Ciencias Naturales.
Otro factor importante es el manejo del suelo, ya que en Mendoza son pobres y necesitan un mejoramiento. En las áreas del pedemonte esto debe considerarse antes de la plantación para evitar agregar productos químicos en un futuro.
El uso eficiente del agua es clave en este tipo de jardines, en el área de césped el riego por aspersión es el sistema más utilizado mientras que para la zona de arbustos y árboles aconsejan el riego por goteo. Ambos sistemas se observan en las nuevas urbanizaciones en barrios privados de Mendoza.
La reducción de áreas sembradas de césped que se reemplazan con arbustos y herbáceas es otra de las características de este fenómeno que ya se observa en numerosos barrios privados e incluso viviendas unifamiliares.
Para adaptar las plantas a los espacios urbanizados y desarrollos inmobiliarios, en Vivero Silvestra producen Algarrobo sin espinas a través de técnicas con injertos, también realizan el mismo procedimiento con el Chañar Brea, ambos autóctonos de nuestra zona.
Iniciativa del EPAS
Para evitar el derroche de agua en el riego de jardines, desde el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) de Mendoza también proponen el uso de plantas autóctonas o de especies que demandan menos agua para contribuir a hacer un uso medido y responsable del agua potable para riego.
Desde este organismo promueven que la xerojardinería se extienda más en parques y jardines en la provincia, ya que las plantas xerófilas se adaptan naturalmente al desierto, debido a que tienen un bajo requerimiento hídrico y soportan grandes exposiciones al sol.
Impulsan una pronta implantación de estas especies en forma masiva, ya que es una alternativa con buenos resultados y de fácil aplicación en la gestión eficiente del consumo de agua.
Algunas de las plantas xerófitas para jardines que no producen un uso desmedido de agua potable son la yerba santa maría, coirón, jarilla (nítida y otras), brea, suculentas, cactus, sumadas a árboles que con un simple riego en primavera permiten un pronto reverdecimiento, que continuará manteniendo el color en el verano, sumado al aporte de agua de las típicas lluvias de verano.
En Mendoza avanza la tendencia de los jardines xerófilos, espacios verdes con vegetación resistente al clima árido que se observan en los desarrollos inmobiliarios de nuevos barrios privados, bodegas y urbanizaciones en algunos departamentos que han adoptado el xeripaisajismo, un concepto de la jardinería que se basa en el uso eficiente y racional del agua en el riego de las plantas.
Uno de los factores que impulsan este fenómeno es la crisis hídrica que padece desde hace más de cuatro años Mendoza. Algunos de los viveros y especialistas en este tipo de jardinería, que fueron consultados por la Revista Área Tres, aseguraron que está en auge la demanda del tipo de plantas xerófilas.
El responsable del vivero Jardín Nativo, Osvaldo Lazzaro, explicó que si bien son plantas muy conocidas porque son autóctonas de nuestra zona, no son muy consideradas y aún hay resistencia de mendocinos que tienen muy arraigada la costumbre de lucir en sus hogares jardines verdes. Pero más allá de esto, la necesidad de ser eficientes con el uso del agua está primando.
Ya hay casos a destacar. Desde el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), donde en los nuevos barrios están sembrando la especie Acacia Visco, una planta que con bajo rendimiento hídrico brinda buena sombra, alcanza un tamaño de 5 o 6 metros y con una flor preciosa, comentó Lazzaro que tiene instalado su vivero en la zona del Challao.
Entre los árboles más vendidos para los nuevos emprendimientos inmobiliarios, el hombre mencionó: el Algarrobo, la Cinarzina y el Aguaribay; todas plantas xerófilas que tienden a ser arbustivas y que necesitan ser preparadas para su desarrollo y crecimiento.
Los costos de este tipo de plantas son similares a las de la jardinería tradicional u ornamental, con la diferencia y ventaja del ahorro de basura porque se evitan los cortes y casi no exigen mantenimiento ni gastos de energía eléctrica.
En este sentido, y para evitar el derroche de agua en el riego de jardines, es que el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) de Mendoza también impulsa el uso de plantas autóctonas o de especies que demandan menos agua, para contribuir a hacer un uso medido y responsable del agua potable para riego.
En los últimos años, los paisajistas están implementando este tipo de plantas en el diseño de los jardines de las bodegas, en especial las que están instaladas en el pedemonte o cerros mendocinos. La Acacia o Espinillo, la Atramentaria que se usan para cercos, la Lagaña de Perro (nombre vulgar) que da una flor muy pintoresca; o los Olivillos, que tiene la particularidad de que son plantas de baja altura y con caída, flor blanca y las hojas con un tornasolado gris, son algunas de las especias más requeridas.
“Esta alternativa de jardinería está creciendo a raíz de la crisis hídrica y la población empezó a adoptarla por su principal ventaja que es el poco mantenimiento que necesitan y que no son caras en comparación con la jardinería tradicional”, subrayó el especialista, quien, al mismo tiempo, agregó que del sur provincial, Tunuyán y San Juan llegan sus clientes en busca de las distintas especies xerófilas que se comercializan hoy en Mendoza.
También algunos municipios como Lavalle y Capital se han sumado a esta tendencia y apuestan a sembrar árboles xerófilos como el Algarrobo sin espinas en distintas zonas de sus departamentos.
Otra voz que se sumó fue la de Beatriz Peñafort, responsable de Vivero Silvestra, ubicado en Luján de Cuyo, quien contó cómo nació hace varios años este emprendimiento dedicado a la producción de plantas xerófitas. Se remontó al origen de este tipo de jardinería en los Estados Unidos, donde después de una gran sequía en los años 70 surgió un movimiento que apuntaba a un mayor aprovechamiento del agua sin sacrificar la belleza de los jardines, lo que se denomina xeripaisajismo.
Según Peñafort, para desarrollar este concepto que apunta al uso eficiente del recurso hídrico en las plantas hay que considerar una serie de acciones: el primer paso “es realizar la planificación y diseño según cada proyecto paisajístico, al mismo tiempo que arranca el desarrollo del proyecto inmobiliario para no desaprovechar la flora autóctona y zonificar los espacios verdes con plantas de similares requerimientos hídricos”.
Es el propio paisaje el que determinará las necesidades de jardinería en cada emprendimiento para que guarde armonía con el entorno, subrayó la experta en Ciencias Naturales.
Otro factor importante es el manejo del suelo, ya que en Mendoza son pobres y necesitan un mejoramiento. En las áreas del pedemonte esto debe considerarse antes de la plantación para evitar agregar productos químicos en un futuro.
El uso eficiente del agua es clave en este tipo de jardines, en el área de césped el riego por aspersión es el sistema más utilizado mientras que para la zona de arbustos y árboles aconsejan el riego por goteo. Ambos sistemas se observan en las nuevas urbanizaciones en barrios privados de Mendoza.
La reducción de áreas sembradas de césped que se reemplazan con arbustos y herbáceas es otra de las características de este fenómeno que ya se observa en numerosos barrios privados e incluso viviendas unifamiliares.
Para adaptar las plantas a los espacios urbanizados y desarrollos inmobiliarios, en Vivero Silvestra producen Algarrobo sin espinas a través de técnicas con injertos, también realizan el mismo procedimiento con el Chañar Brea, ambos autóctonos de nuestra zona.
Iniciativa del EPAS
Para evitar el derroche de agua en el riego de jardines, desde el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) de Mendoza también proponen el uso de plantas autóctonas o de especies que demandan menos agua para contribuir a hacer un uso medido y responsable del agua potable para riego.
Desde este organismo promueven que la xerojardinería se extienda más en parques y jardines en la provincia, ya que las plantas xerófilas se adaptan naturalmente al desierto, debido a que tienen un bajo requerimiento hídrico y soportan grandes exposiciones al sol.
Impulsan una pronta implantación de estas especies en forma masiva, ya que es una alternativa con buenos resultados y de fácil aplicación en la gestión eficiente del consumo de agua.
Algunas de las plantas xerófitas para jardines que no producen un uso desmedido de agua potable son la yerba santa maría, coirón, jarilla (nítida y otras), brea, suculentas, cactus, sumadas a árboles que con un simple riego en primavera permiten un pronto reverdecimiento, que continuará manteniendo el color en el verano, sumado al aporte de agua de las típicas lluvias de verano.