Un material podría reducir a la mitad la emisión de CO2 que produce la elaboración de hormigón

Además de las ventajas ecológicas se ha demostrado que aporta al hormigón una mayor vida útil, resistencia a la corrosión, al calor y frío como a los rayos UV.

Un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Viena, trabaja en un proyecto que busca demostrar que la incorporación de basalto en la fabricación de hormigón permitiría reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Se calcula que la producción de cemento y hormigón generan cerca de 7% de las emisiones mundiales de CO2.

El trabajo de los académicos se desarrolla de forma conjunta con la empresa austríaca Basalt+ que ha desarrollado un material de construcción innovador a base de basalto el cual aseguran que cumple con altos requisitos técnicos y hace una importante contribución a la protección del clima.

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"La piedra natural de basalto tiene un gran potencial. En cooperación con la Universidad Tecnológica de Viena, ahora estamos trabajando en la realización comercial de este innovador material de construcción, que sobre todo reduce significativamente el balance de CO2. Los expertos esperan que las emisiones de CO2 se reduzcan a la mitad en la producción de hormigón de basalto en comparación con el hormigón armado», explica Wolfgang Fiel, director general de Basalt+ GmbH.

Por su parte, el director del proyecto, Philipp Preinstorfer, y el profesor universitario Johann Kollegger, responsable del área de investigación de hormigón armado y construcción sólida, destacan que el objetivo de la investigación conjunta es desarrollar la base para una aprobación en toda Europa para un componente de hormigón reforzado con basalto.

Rocas de basalto

Tanto los argumentos técnicos como los ecológicos hablan a favor del uso del hormigón basáltico como una alternativa segura y respetuosa con el clima al hormigón armado, explica Wolfgang Fiel: «Nuestro hormigón reforzado con fibras de basalto ofrece ventajas ecológicas y también técnicas claras tales como una mayor vida útil, peso masivo y reducción de CO2. 

Además, el basalto es resistente a la corrosión, el calor, el frío y los rayos UV y se extrae en Austria". Las áreas de aplicación se encuentran principalmente en proyectos de infraestructura, por ejemplo, en la renovación de puentes, la construcción de puentes y túneles, la renovación de edificios o la construcción de fachadas.

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