El boom inmobiliario que llega a la Argentina

MC

Un montón de habitaciones vacías cerca de una autopista no es la parte más sexy de una cartera de propiedades. Sin embargo, pocos activos inmobiliarios han igualado su rentabilidad.

 Omnipresente y anodino, el self storage (o autoalmacenamiento en castellano) resuelve un problema profundamente contemporáneo: qué hacer con demasiadas cosas. Un montón de habitaciones vacías cerca de una autopista no es la parte más sexy de una cartera de propiedades. Sin embargo, pocos activos inmobiliarios han igualado su rentabilidad últimamente. Una de las razones es que más personas se mudan de casa o viven en lugares cada vez más pequeños. 

 Self-storage: un negocio que crece fuerte y genera interés

 En medio del covid-19, cualquiera que viva en una casa o departamento sin habitaciones libres tuvo que convertir uno existente en una oficina o un gimnasio. Eso significaba limpiar todo lo que había allí. Muchos se mostraron reacios a tirar las cosas a la basura, especialmente al principio cuando nadie sabía cuánto duraría el aislamiento. La alternativa era guardarlo en un almacén. 

 Hasta hace unos años los storages o los lugares de guardados eran inmuebles que no formaban parte de la escena argentina. En los últimos tiempos no sólo fueron ganando metros cuadrados en el mercado del real estate industrial, sino que los inversores encontraron en ellos un nuevo negocio comercial. Cómo son, de dónde vienen y quiénes los buscan son algunos de los interrogantes que explican los especialistas.  

 Desde la firma Stark Desarrollos sostienen que se trata de un negocio exitoso que cada vez más logra captar la atención tanto de desarrolladores como de inversores. "Hoy, me animaría a decir que el storage es el monoambiente de los parques industriales. Este es un tipo de proyectos que parece haber llegado para democratizar la inversión en inmuebles industriales", sostiene Matías Vaccarezza, cofundador de Stark Desarrollos, empresa dedicada al diseño de parques industriales y productivos. Y agrega: "Lanzamos recientemente nuestro primer centro de almacenamiento denominado: Hive Storages (ubicado en el Polo Buen Ayre 1). Y nos sorprendió la demanda de este tipo de producto inmobiliario". 

 Hoy este tipo de espacios no sólo son buscados por personas que necesitan alojar muebles temporalmente en desuso, sino también para aquellos emprendedores o pymes o minipymes que necesitan acopiar mercadería y que no cuentan con un depósito adecuado. 

 El desarrollo del proyecto llevó cerca de dos años de trabajo (entre permiso, ejecución, construcción, finalización y detalles de obra). "Esta es una propuesta tan versátil que se presenta como ideal para todo tipo de fin o de negocio", dice Valli. 

La mayor demanda viene de la mano de particulares que buscan el almacenamiento de todo tipo de bienes, ya sean autos, motos, embarcaciones o simplemente cosas de valor que ocupan lugar en casa. "Sería como un gran garaje o baulera, pero más grande que lo habitual. El segundo gran cliente de este tipo de unidades son marcas o empresas pyme que necesitan almacenar mercadería de manera transitoria. En muchos casos se trata de firmas que se dedican al e-commerce, que tienen locales a la calle o market place (sitios de ventas virtuales), pero que no cuentan con espacios de guardado para sus productos. De esta manera, su mayor distribución la realizan desde el depósito, especialmente aquellas empresas que están comenzando", explica Alejandro Winokur, especialista industrial de Newmark. 

En Polo Buen Ayre 1, cada unidad terminada tiene un valor de U$S120.000 y se presenta como una inversión atractiva, que ofrece una renta mensual que cuadriplica la de un alquiler residencial. "Este es un producto que escasea, teniendo un valor de canon locativo muy superior al de cualquier tipo de galpón tradicional. Mientras este último se alquila a U$S5/m2, un storage como el de Hive puede llegar a rondar los US$9/m2", sostiene Vaccarezza. 

Juan Luis Basombrío, junto con un socio, maneja una operación que incluye 450 contenedores y 5.200 m2 de espacio en tres ubicaciones en Buenos Aires (San Telmo, Don Torcuato y Escobar). Y en un movimiento que promete revolucionar el panorama del almacenamiento en la Costa Atlántica, la empresa U-Store lleva su innovador enfoque a Pinamar. 

Su cercanía con Buenos Aires, la explosión de la construcción, la gran radicación de gente para vivir de manera permanente y la llegada de dos universidades, entre otros indicadores, hacen de Pinamar "un objetivo" para la apertura de un negocio de guardado. Pina-Store ofrece soluciones a una amplia gama de necesidades de almacenamiento con contenedores en la comunidad de Pinamar y más allá. 

La operativa de este sistema es simple pero efectiva. Ofrecen 64 contenedores marítimos de 35 metros cúbicos, brindando a los clientes un espacio amplio y seguro. Los contenedores son alquilados por el tiempo necesario y los clientes tienen el control de sus pertenencias con la flexibilidad de dejar o retirar elementos según lo necesiten. Además, la custodia de los contenedores está a cargo de la empresa, garantizando la seguridad de los objetos almacenados. 

La operación inicia con 64 contenedores y planea incrementar esta cifra a 100 para el inicio de la temporada, 200 para fin de la temporada y una ambiciosa meta de 300 en el primer año de vida, con un 75% de ocupación al finalizar la temporada. Si bien los precios pueden variar en función de la demanda y los servicios ofrecidos, se estima que cada contenedor se alquilará a un valor aproximado de $60.000 + IVA por mes. 



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