Extranjeros ponen los ojos en tierras de Mendoza
El 8,6% del territorio está manos de extranjeros. Emprendimientos vitivinícolas son los preferidos. Buscan cambiar normas para permitir más inversión.
Tierra fértil y virgen, agua pura y un paisaje de sueños. Un combo que tienta a los inversores extranjeros y que hizo que algunas zonas de Mendoza tuvieran una explosión de crecimiento en los últimos años. Ese crecimiento hizo que haya departamentos que estén al borde de excederse en cuanto a la cantidad de tierras en manos de extranjeros. Es el caso del Valle de Uco, donde ya analizan adecuar normas para permitir que sigan vendiéndose tierras a pesar de las restricciones impuestas por la ley nacional. Es que, aseguran los intendentes que hay empresas que quieren invertir y no pueden porque la ley se los impide.
En Tunuyán, por ejemplo, ya tienen armado un proyecto para generar un “by pass” a la restricción de venta de tierras a extranjeros. Para permitir superar el límite, lo que intentan es convertir a algunas zonas rurales en urbanas o mixtas. De esa manera dejan de considerarse tierras productivas netas y zafan del cepo. “Hay casos donde quieren implementar proyectos que combinan una parte productiva con viñedos y la posibilidad de construir una casa. Hubo casos en los que los propietarios no pudieron escriturar por las restricciones. Entonces lo que proponemos es que esas tierras dejen de ser rurales para ser mixtas”, dijo Martin Aveiro, intendente de Tunuyán. En otros departamentos, como Tupungato, van en el mismo sentido.
Pero además los intendentes tienen otro atractivo. Hoy los extranjeros que invierten en grandes campos casi no pagan impuestos y no abonan ninguna tasa municiapal. Y quieren que al ser registrados como mixtos puedan cobrarles. “Lo estamos viendo pasar. Para nosotros es importante que vengan porque generan trabajo y movimiento. Pero no aportan al municipio”, aseguró Aveiro.
Al límite
En Mendoza la venta de tierras a extranjeros crece fuertemente. Y hay cuatro municipios que están al borde de excederse de los límites impuestos por la ley nacional de tierras. Los departamentos más complicados son Tunuyán, Las Heras, Malargüe y La Paz, que ya está fuera de los límites. Los intendentes de esas localidades advierten el crecimiento de la “extranjerización” de tierras y aseguran verse en una ambigüedad: por un lado reciben con beneplácito las inversiones, pero por el otro sienten que están “entregando” gran parte de la riqueza de su tierra.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó esta semana el informe del Registro Nacional de Tierras Rurales, que fue creado por ley. Esa norma pone como límite a la venta de tierras a extranjeros el 15 por ciento del territorio nacional, provincial o municipal. En Mendoza el 8,6 por ciento de las tierras está en manos de extranjeros. Los extranjeros tienen en total son 12.755km² de tierras. Pero para tener una dimensión más acertada puede servir una comparación. Es la misma superficie que ocupan Las Heras, Guaymallén, Capital, Godoy Cruz juntos y aún más. O como todo el departamento de San Carlos.
El principal atractivo de los últimos años ha sido la industria vitivinícola. De hecho, en el Valle de Uco la venta de tierras se acentuó desde el año 2003 a la fecha. “Donde antes había piedras ahora hay viñas. Esto nos genera una situación rara, porque por un lado queremos que vengan inversiones que dan trabajo. Pero también genera dolor ver que son tierras que quedan en manos de extranjeros”, explicó Martín Aveiro . “Se han encontrado con el problema de que venden y que luego no les permiten escriturar. Por eso estamos viendo cómo se soluciona el problema”, explicó Aveiro al explicar el proyecto de ordenanza por el cual quieren transformar los campos rurales en áreas mixtas.
En la zona se ha transformado en una tendencia el montaje de viñedos con la idea de comunidad vitivinícola. El sistema funciona con una empresa que propone el cultivo de vid, con bodega propia. Pero en vez de ser un solo propietario, se parcelan los lotes y se venden. Allí el comprador puede construirse una casa y tener una porción de viñedos para producir su propio vino. Son varios los emprendimientos similares que hay en Luján y el Valle de Uco y la mayoría son impulsados por inversores extranjeros. “Tenemos alemanes que quieren invertir y no pueden por ahora por el límite”, asegura el intendente de Tunuyán.
Pero hay otro problema: la ley prohíbe, por ejemplo, la adquisición de tierras rurales que contengan o que limiten con cuerpos de agua de envergadura y permanentes, algo que en el Valle de Uco, Las Heras y Malargüe ocurre con aguas subterráneas y también nacientes de ríos.
Caso por caso
El único Departamento que aparece oficialmente excedido es La Paz. El intendente Gustavo Pinto dijo que se debe a las tierras que compraron un grupo de japoneses hace algunos años para armar una colonia y que hoy están semi abandonadas. “Compraron más de 10 mil hectáreas. Son personas que conozco y que están radicados en Buenos Aires. Ellos tienen instalaciones y se iban a dedicar a la ganadería”, dijo Pinto.
Tunuyán es uno de los departamentos que está al límite. Allí las inversiones para producción vitivinícola son las más importantes. Hay empresas francesas (como clos de los siete), holandesas (como Salentein) y muchas norteamericanas. Incluso hay un caso de un norteamericano radicado en Argentina que ya está excedido él solo porque tiene más de 1000 hectáreas. En ese departamento también están algunos de los acuíferos más importantes y puros de la provincia. Incluso una de las marcas que explota ese recurso es extranjera (Eco de los Andes es propiedad de la francesa Nesttle.
En Las Heras también hay una gran cantidad de tierras estratégicas en manos de extranjeros. Uno de los casos más conocidos es el de la empresa francesa Danone, que es propietaria del agua Villavicencio. Esa firma compró no solamente la planta, sino toda la extensión de terrenos de los alrededores, entre las que está la reserva natural privada. En total son más de 72 mil Hectáreas.
Pero a Villavicencio hay más extranjeros con un ojo puesto en sus riquezas. Es el caso de las empresas mineras que buscan extraer cobre y oro de la zona. Allí las firmas canadienses son las que pujan por impulsar la actividad. Deprominsa fue una de las que más avanzó, pero está en un áspero conflicto con Danone, que se opone a esa actividad.
Más al norte está la estancia El Yalguaráz, de 120 mil hectáreas. Allí es donde se iba a desarrollar el proyecto minero San Jorge y cuyo terreno fue comprado para tal fin. El propietario es la empresa canadiense Cono Mining.
Uno de los casos de compra de terrenos por parte de extranjeros que mayor trascendencia tomó fue el ocurrido en Malargüe en el año 2002. Allí la empresa Nieves de Mendoza, con capitales ingleses y malayos, compró 250 mil hectáreas de campos en una zona privilegiada. Se trata de uno de los departamentos que más cantidad de recursos estratégicos guarda; tanto para el turismo como para la explotación de recursos naturales. Incluso en esos terrenos quedaron varios atractivos turísticos como el Pozo de la Ánimas.
En los casos de Malargüe, Las Heras y Tunuyán también juega otro factor y es que se encuentran muy cerca del límite con Chile y para vender tierras es necesaria la autorización del Ministerio de Defensa.