Materiales: los caños «eternos» que ahora se consiguen en Mendoza

TPS y Macromat presentaron en Mendoza una nueva línea con una vida útil de  50 años. Además de aventajar al PVC, promete un ahorro del 20% en costo de instalación.


Por Miguel A. Flores


Acelerar los tiempos en un 50% puede resultar música para los oídos de constructores e instaladores de redes de agua y gas. Y abaratar sustancialmente el costo de transporte e instalación seduce mucho más a los responsables de las obras. Son las ventajas de un nuevo tipo de tubos y cañerías de polietileno expandido, PEAD, que en sus distintos calibres y longitudes la empresa TPS (Thyssen Plastic Solutions) presentó en Mendoza de la mano de la firma local Macromat, entre las que se destaca una que le permite sacarle una luz de ventaja a sus competidores: la garantía de no menos de 50 años de vida útil.


Para la introducción de la nueva línea, TPS se respalda en su alianza con sus proveedoras. La austríaca Borealis, número 1 mundial en fabricación de polímeros con 4 millones de toneladas anuales, y la israelí Plasson, por su expertise en soldaduras por electro y termofusión, dos técnicas diferenciales al pegamento o junta elástica del PVC.


Lo dicho: el sello distintivo es su durabilidad de entre 50 y 100 años en determinadas condiciones bajo tierra, contra no más de 30 años garantidos por otros productos en el mercado. Esto sin contar una completa estanqueidad (nivel de fisuras casi nulo).


“El agua que se potabiliza en una planta termina 100% en el domicilio, cuando con cualquier otro sistema las pérdidas pueden llegar al 30%”, enfatiza Pablo Montani, gerente general de TPS, que se proyecta desde San Luis a todo el país.


De hecho, el PEAD (Polietileno de Alta Densidad) fabricado por Thyssen Plastic y comercializado por Macromat ya está en carpeta del área técnica de Aysam  para la renovación de gran parte de su red de agua y cloacas en la Ciudad de Mendoza.


Según Jorge Jeldres, de Borealis, “el polietileno expandido es el producto de menor nivel de fallas frente a otros como el acero, el hierro dúctil, fibrocemento y PVC. Quedó demostrado con el terremoto de Kobe, donde se detectaron más de cinco mil fisuras en redes con esos materiales, luego de lo cual la demanda de PEAD en Japón se disparó”.


Respecto a la durabilidad, Jeldres remarcó su resistencia a agentes corrosivos. Y que “la primera generación, instalada hace más de 40 años, aún está en uso”.


Costo final, el otro argumento


Con 29 tipos distintos por diámetro y espesor para agua y otros 24 para gas, la gama es amplia y también apunta al riego agrícola y la minería. Por su parte, Javier Gurméndez y Ariel Ramazotti, de TPS, destacan su adaptabilidad a distintos formatos, como los tubos rectos y segmentados, y a diversas formas de transporte, lo que explica en parte que un 80% de las obras actualmente lo empleen, para dejar atrás las bridas y los bulones de conductos de acero, hoy por hoy hasta 20% más caros.


“SI bien hoy todas las instalaciones de gas utilizan este material, cuesta mucho promover el cambio para las redes de agua donde siguen utilizándose el PVC. El polietileno es un material muy eficiente para el uso y termina siendo muy conveniente”, asegura Marcelo Pérez, de Macromat, cuya cartera de clientes está dominada por obras de gas.


Para Pérez, la mayor vida útil es el principal argumento “pero inicialmente muchos se inclinan por el costo menor del PVC. Queremos cambiar esa noción y convencerlos de las mayores ventajas”.


En el mercado, comparativamente el tubo PEAD se cotiza 20% superior, pero finalmente se licúa al abaratarse la instalación. Allí es donde apuntan desde TPS al mostrar que ya desde el transporte se hace la diferencia.


La proyección es importante y justifica la última inversión de más de U$S3 millones que hizo TPS en una nueva línea de extrusión de hasta 1.200 mm. Montani lo sostiene con números: un 25% de crecimiento interanual en ventas.



Características técnicas

Qué son los tubos PEAD: conductos de polietileno de 20 a 1.200 mm de diámetro, en compuestos PE 80 y PE 100 para conducir agua o líquidos cloacales y gas a presión hasta 20 bares. Están certificados por Norma IRAM 13485 e ISO 9001Y 4427 de BVQ.


 


Durabilidad inmejorable: los ensayos de laboratorio confirmaron que a 20ª y una presión de 25 bares mantienen su calidad enterrados por 50 años o más. “Excelente comportamiento” a -40ª C y + 60ªC. A una temperatura mayor su vida útil se reduce a menos de 5 años.


 


Flexibilidad/ductilidad: Se amolda a irregularidades del terreno y soporta sismos y movimientos de tierra, además de picos de presión y deformaciones por aplastamiento, sin presentar fisura o fatiga de materiales.


 


Facilidad de transporte: Pueden trasladarse en camión tramos de 12 a 25 metros de tubos de hasta 1.200 mm de diámetro o en bobinas de hasta 250 metros para calibres inferiores a 180 mm. Eso abarata un 30% su instalación.


 


Costos comparativos: aunque su precio de mercado es hasta 20% superior, aventaja a sus competidores en transporte e instalación