Los Sottano construirán una clínica de alta complejidad

En 1994 la familia vendió su fábrica de snack y emprendió un nuevo desafío, que incluye una constructora y una bodega. Su próximo proyecto en calle San Martín.









Por Verónica Gordillo




Después de treinta años de dirigir su fábrica de snack, Ricardo Sottano vendió la firma en 1994 y decidió iniciar un nuevo desafío. Ese desafío se materializó en 3S, la empresa familiar que fundó con sus hijos Diego, Pablo y Mauricio, que incluye una  bodega y una constructora; y cuyo último proyecto es la construcción de una nueva clínica frente al Hospital Español, en Godoy Cruz.




Para los hermanos Sottano trabajar juntos es natural. Es lo que mamaron desde chicos, cuando vieron a su padre liderar con su tío la firma de snaks que hizo conocido el apellido familiar y que en 1994 vendieron a Lay’s de PepsiCo.




Diego, el mayor de los hermanos, fue el único que trabajó en la fábrica de snack y fue el único que sintió tristeza por la venta. Pero esa experiencia le enseñó algo: hay que poner cariño en los proyectos, pero no apegarse a ellos.




En la nueva empresa los roles están definidos. Ellos mismos los comentan: Diego, que es arquitecto y contador, es el encargado de los números, de evaluar un proyecto, “de bajar a tierra” a sus hermanos; Mauricio, también arquitecto, se encarga de las obras, los proveedores y es el que siempre está en la búsqueda de nuevos desafíos; Pablo está más enfocado en la bodega, cuyo sello distintivo es la relación directa con sus clientes.




Cómodamente sentados en la oficina de la empresa, ubicada en un edificio de calle Colón que ellos mismos construyeron, comparten su secreto para permanecer durante años en el rubro de la construcción: sólo hacen proyectos a los que describen como conservadores, de 2.000 a 4.000 metros cuadrados; se enfocan en la calidad de los materiales y las terminaciones y nunca se endeudan, sino que simplemente invierten hasta donde tienen, nunca más.




Los hermanos se enfocaron en la construcción de edificios, de departamentos, de locales comerciales y en la realización de clínicas e institutos relacionados con la salud. Ellos realizan todo el circuito: compran el terreno, buscan el proyecto, lo desarrollan, construyen la obra y después venden o alquilan los departamentos o locales comerciales.




Desde que formaron la constructora 3S, la familia realizó innumerables proyectos. El primer edificio lo construyeron en calle Pedro Molina, luego siguió uno de departamentos en Agustín Álvarez, el de Colón, oficinas frente al hotel Sheraton y los locales de la concesionaria Toyota de Mendoza y de San Rafael. Lo último que concretaron fue el Paseo Güemes, un complejo comercial con 13 locales en San Martín Sur de Godoy Cruz.




La firma también proyectó y construyó el edificio de la clínica Francesa en calle Colón, el de Creo, especializada en fertilidad, y ahora trabajan en una nueva iniciativa: una clínica en calle San Martín, Frente al Hospital Español, cuya obra planean iniciar en 2015 y terminar a fines de 2016.




¿Cómo seleccionan los proyectos?




Mauricio: lo hacemos entre los cuatro.




Diego: nosotros somos inversionistas, compramos terrenos, desarrollamos el proyecto, lo construimos y lo vendemos, todo nosotros.




Mauricio: lo vendemos o se alquila, pero no tenemos socios, no estamos con bancos ni con terceros. Lo hacemos todo.




Pablo: siempre hay alguno que es el que busca cosas, en este caso es Mauricio, que siempre está buscando al igual que mi papá. Y después Diego, el que más entiende los números, lo lleva a tierra.




Diego: se hace como una pequeña evaluación de inversiones, un proyecto no muy profundo para sondear el mercado, las posibilidades y por último se estima la rentabilidad para ver si es viable o no.




¿Cómo llegaron al proyecto de la nueva clínica y cuándo se construirá?




Mauricio: Compramos un terreno frente al Hospital Español y estamos estudiando un proyecto de una clínica bien grande, más grande de lo que hemos hecho hasta ahora.




¿Es un proyecto propio o de terceros?




Mauricio: nosotros buscamos alguna especialidad puntual, hacemos el convenio con esa gente y se construye a pedido de ellos algo puntual.




¿Esa clínica será de una empresa local o extranjera?




Mauricio: Por ahora de afuera. Pero como esto va a llevar tiempo, los papeles, los contratos, por ahora vamos a abrir una playa de estacionamiento hasta que terminemos el proyecto que nos va a llevar un año. Entonces dentro de quince días o un mes se verá funcionando una playa.




¿Es complicado este rubro de salud por las especificaciones técnicas?




Mauricio: se hace una carta de necesidades, depende de la especialización, y luego viene el papeleo en el Ministerio de Salud, en la comuna. Esta será una clínica de alta complejidad, tendrá más o menos unos 4.000 metros cubiertos, la empezaremos a fines del año que viene y la idea es terminar a fines de 2016.




¿Cuál es el desafío que tienen cuando inician una obra?




Mauricio: a la obra no la vemos como un problema, sabemos lo que queremos hacer, no nos da miedo la construcción. El tema es que el proyecto funcione.




Diego: lo más difícil en cualquier actividad es la venta no la producción.




¿Terminaron todos los proyectos que iniciaron?




Diego: sí, porque nosotros no nos endeudamos, no hacemos más de lo que podemos hacer. En este edificio (el de calle Colón) el terreno nos daba para hacer diez pisos, pero hicimos cuatro.




Pablo: en el rubro muchos venden, pre venden y luego se quedan a mitad de los proyectos, nosotros no lo hacemos.




Mauricio: todos los proyectos que hacemos son muy conservadores, de 2.000 a 4.000 metros cuadrados, y la gente nos conoce más por la calidad de la construcción y las terminaciones. Somos muy detallistas en eso.




¿Cómo analizan la realidad del sector?




Diego: no hay ventas, la gente que tiene dólares no los quiere gastar y los que tienen propiedades tampoco las quiere mal vender; entonces está todo frenado.




¿Desde cuándo notan esto?




Diego: desde que empezó el cepo al dólar. La construcción siempre fue un ahorro para la gente, el que tenía plata compraba un departamento para que la plata tenga valor y hoy la construcción dejó de ser una de las opciones del ahorro, porque la gente no se anima a invertir en propiedades. Hay incertidumbre.




Mauricio: se para la venta, disminuyen los alquileres, no se pueden aumentar los alquileres porque se va la gente.




¿Hacían las transacciones en dólares?




Mauricio: la obra se hacía en pesos y se vendía en pesos, pero siempre uno tenía en la cabeza la cuenta de cuántos dólares gasté y con cuántos me quedé. Hoy hacer una obra no nos da 10 ni 15 por ciento, está complicado, por eso queremos hacer la clínica, que es un proyecto armado, que ya sabés que va a funcionar, lo que sale hacerla y cuánto te va a dar. Esto no sería para vender, sería para asociarnos con alguien que ya la pidió.