Ing. Porretta: “Hay que pensar un nuevo modelo de gestión”

Luego de dejar la presidencia de la Cámara, habla de todo: el poder, la política y el futuro económico. “Me obsesiona dejar algo en cada cosa que hago”, asegura.








En el despacho de la Cámara Argentina de la Construcción cuelgan los cuadros de los ex presidentes de esa organización empresaria.  Se trata de hombres de edad avanzada. Son cuadros en blanco y negro.




Hay un espacio vacío que va a ser cubierto con alguien que rompe ese molde. El ing. Fernando Porretta (39) dejó de ser presidente de la delegación local Cámara Argentina de la Construcción en una decisión que sorprendió.  El ing. Porretta llevaba poco más de 3 años como presidente y, para tener un punto de comparación, su antecesor, Jorge Panella, estuvo más de 20. Pero además había comenzado a construirse como figura pública en base a otras actividades que le requerían mayor exposición, como la presidencia del club Gimnasia. Incluso, aunque él se encarga de descartar “por ahora” esa posibilidad, hasta fue parte de especulaciones sobre su participación en política.




Él asegura que su salida no responde a ninguna especulación, sino a que cree que es necesario que haya recambio. Aún como “sub 40” no disimula que la actividad pública le gusta. Pero advierte: “el poder es peligroso”. Por eso propone sembrar en Mendoza un nuevo modelo de gestión con vinculación entre el sector público y privado. Política, economía,  y su visión sobre el futuro en su última entrevista desde el edificio de calle Patricias. 




¿Por qué decide dejar la presidencia de la Cámara?




Creo en los cambios institucionales, que haya renovación. Es la mejor manera de darle aire; que venga gente nueva a ocupar el cargo. Es un caballito de batalla mío en todas las organizaciones armonizar lo viejo y lo nuevo. Es la receta del éxito. Que la experiencia de lo viejo se sume a las ganas de la juventud. Hay que romper los prejuicios entre la gente de más experiencia y los más jóvenes. Eso es lo que se rompió en la Cámara. En estos tres años le dimos una sinergia muy buena a la Cámara




¿Qué balance ha hecho?




Lo que hemos hecho se ha visto. Se hicieron muchas cosas. Terminamos el edificio de la Cámara, la realizacón del Consejo Federal, se hizo mucho hincapié en la capacitación, hicimos muchos cursos porque creemos que es fundamental. Becamos a varios alumnos de escuelas técnicas, hicimos un programa de responsabilidad social empresaria, donde asfaltamos 10.000m2 en el ingreso al Pozo. El desafío más importante es mantener a las empresas, que tengan trabajo. Hemos trabajado mucho con todas las empresas, las que son asociadas y las que no.




Se le levantó el perfil a la Cámara




Sí, pero con trabajo. Se hicieron reuniones todos los meses con distintas instituciones. 




¿Cuál es el rol que debe cumplir la Cámara?




Creo que son varias las responsabilidades. Primero, mantener a las empresas, que sigan activas, que no tengan problemas, que tengan trabajo. Darles todas las herramientas que tiene la Cámara. Defender los puestos de trabajo es lo más importante y defender al sector, como lo hicimos este año o el año pasado que dijimos que si las paritarias superaban el 20% se iba a reducir el presupuesto de la obra pública. Para Mendoza el tema capacitación es fundamental porque hace falta. Hoy podés decir que hay desocupación, pero necesitás gente capacitada porque cuando se busca no hay.  




¿Cómo ha sido la relación con otros poderes?




Yo fui muchos años secretario de Jorge Panella. Nos tocó la época de Roberto Iglesias, donde el país estaba con problemas, se pagaba con Petrom y demás y pasamos ese momento. Con Cobos y Jaque  también tuvimos relación de trabajo. Nuestro objetivo final es que le vaya bien a nuestras empresas, mantener los puestos de trabajo, que el poder adquisitivo de nuestra gente mejore. Para eso defendemos nuestro sector. Algunas veces nos ha ido bien, otras veces nos ha ido mal. Eso se ve. No sé si es culpa de los empresarios o de la política. Hay momentos en los que le va bien a la Argentina y nos va bien a todos. Si le va mal al País, le va mal a Mendoza y a los empresarios, vienen los despidos que es lo que todos queremos evitar siempre. Los empresarios tienen que tener la capacidad para que eso no suceda. 




¿Qué cuota de responsabilidad le cabe a los empresarios en ese esquema?




Toda, porque los empresarios tienen que saber ser más eficientes, cada día buscarle al trabajador el lugar justo para no tener ni de más ni de menos. Tenemos mucha autocrítica por hacernos los empresarios para ser más eficientes. La Argentina necesita ser más eficiente. Los problemas de eficiencia que tenemos son las restricción a las importaciones, no conseguir materiales; esto sumado a  los problemas particulares que tenemos en cada empresa. 




¿Están viviendo una crisis?




No hay crisis. Hay otros sectores de la economía que sí tienen problemas serios. Pero nosotros no estamos en crisis. Sí hay una meseta, lo vamos manejando. Sí hay una incertidumbre que le genera a las empresas un problema. Pero hay sectores que están mucho peor que nosotros. Tenemos algunos altibajos, por ejemplo en el tema vivienda, que es muy sensible al tema de los puestos de trabajo porque tiene engranajes complejos en cada etapa. Hay mucha rotación de trabajadores en cada etapa de la construcción de esas casas. Hoy no podemos hacer más de 5 mil viviendas por año (en total) porque no hay gente. 




¿Aumentó la desocupación en el sector?




La desocupación hoy no se ven en los números. Nosotros tenemos 12 mil trabajadores registrados y 7 u 8 mil no registrados. Yo recorro las obras y ahí se ve si hay o no desocupación. En la puerta de las obras. Y no hay una enorme demanda de empleo en las obras que aparecen; no es tanta la gente que va a pedir trabajo. Lo que sí falta son oficiales capacitados por eso hay que invertir en las escuelas técnicas.




¿A mediano plazo ven algún problema?




No, no va a pasar nada. Va a seguir la actividad. La maquinita va a seguir funcionando. Es un momento este para ser cauto. No se pueden hacer grandes inversiones por las tasas que hay. Hay que mantener los trabajos y ser eficientes. Hay que achicar costos, pero esto no es echar gente. Hay muchos lugares en las empresas en los que hay que ser eficientes.




¿Y con el cambio de Gobierno en 2015 puede haber cambios?




El Gobierno que venga va a tener que seguir con algunas políticas de Estado, sea quien sea. Está más que claro que la Agentina tiene crédito, te lo dice cualquier economista. En infraestructura tiene capacidad para endeudarse. Cualquiera que venga va a endeudarse. El tema es ver cómo se endeuda. Yo en la cena del año pasado de la Cámara había hecho hincapié en arreglar el frente externo: Club de París, CIADI que comenzamos a pagar este año y Fondos Buitre que deberemos ver que pasa el año próximo. Eso se va a dar, tarde o temprano. No se tiene que arreglar a cualquier costo, pero hay que hacerlo. El gran desafío es ese. Cuando llegue el dinero, hay  que ser inteligentes y responsables para que no vuelva a pasar lo que ocurrió en los 90.




¿Cómo ve la gestión estatal y la de las empresas?




Creo que al Estado hay que verlo como una empresa privada. Nosotros tenemos que pagar la quincena, el Estado lo tiene que hacer con la responsabilidad de saber si pone un peso, cómo lo recupera. Generalmente lo hacen con impuestos, pero eso agrega presión.  Hay que pensar un nuevo modelo de gestión PPP (Participación Público Privada). Hay ejemplos buenos como por el plan Procrear funcionan las cosas porque hay un fideicomiso serio, las casas se tienen que hacer rápido y la gente lo paga. El Estado no pone un peso. Ese es el concepto. Crear el fideicomiso en Mendoza es el fracaso que tuvimos porque no logramos que se entienda y se haga. Hoy el problema es que todos los ajustes se hacen con la obra pública. Si aumentan más en las paritarias, se recorta la obra. Bajó la soja, y cómo bajó, y llegan menos fondos coparticipables que iban a obra. 




¿Y en la provincia a nivel político cree que puede haber algún cambio?




Va a estar atado a la Nación también. Por eso para evitar problemas proponíamos que una parte del presupuesto de obras fuera a la creación de un fideicomiso. La construcción es de las actividades que más mueve la economía y hay que cuidarlo. El gran desafío nuestro es cuidar los puestos de trabajo. Yo en particular he salido afuera de la provincia y el país para buscar obras, públicas, privadas. Hay que responderle a la gente. 




¿Cómo ha manejado el tema de ser una figura pública, con la Cámara, el Club?




Cuesta, porque hay que estar todo el día. Tenés que vivir con el trabajo diario y además estar teniendo un nivel de exposición con las empresas; además tenés una responsabilidad muy importante porque te escuchan para ver qué va a pasar. Te da otra responsabilidad. La misma responsabilidad que tenés con 2 mil personas en la empresa. 




¿El capital que ha construido como figura pública ahora hacia dónde lo canaliza?




Cuando lo vas haciendo no lo vas calculando. Lo hacés porque querés dejar una impronta; dejar algo. No especulás con lo que vas a hacer después. Me ha gustado, pero la responsabilidad es muy fuerte, con la Cámara y el Club. Ahora voy a volver a poner toda la energía en la empresa, con nuevos proyectos. Mi papá se enoja…tengo que recorrer las obras. Nuestra empresa es muy particular y tenés que estar todo el día. Tenemos un montón de proyectos frenados y lo vamos a volcar ahí; y terminar varias cosas que nos quedan en el club. La idea es dejar el mandato en mayo y dejarlo bien. 




Cuesta creer que alguien construya poder y luego se aleje




No voy a ser nada. El tema del poder es así, cuando estás no lo querés dejar. Pero yo creo que cuando tenés poder tenés que saber decidir. El poder es prestado, cuando creés que es tuyo es el error. Mi papá dice que la soberbia mata al hombre. Cuando llegas a algunos niveles te ponés soberbio. Hay que tener la humildad de dar un paso al costado y apoyar desde el lugar que te toque.




¿Le han ofrecido participar de partidos políticos?




No, no. 




Hasta se especulaba con ser una especie de Macri mendocino porque estaba haciendo el camino parecido. 




Vocación tengo y me interesa. Siempre digo todos nos morimos y lo que queda es lo que uno hizo. Yo me sentiría bien dejando cosas. Ese es mi objetivo personal. Quiero dejar algo que ayude a la sociedad desde el lugar que me toque, aportando un granito de arena eso sí. Eso no quiere decir que mañana me digan podés ser esto y yo diga puede ser. Hoy no está en mi cabeza eso. 




La política le gusta.




Sí, me gusta. Pero hablar de partidos ahora es raro. Los partidos usan una política, después cambian. No creo que ningún partido es afín a nada. Hay muchos radicales que terminan siendo peronistas y viceversa. Hay que ser más prácticos. Ver cuál es la necesidad de la gente, qué necesitamos. Qué queremos, qué nos pasa. Hay que rodearse de los mejores. 




¿Tiene algún referente?




Sí mis padres. Creo que te tenés que rodear de los mejores para hacer algo. Eso es fundamental. El tema es ir con buenas intenciones. Hay que terminar con las especulaciones. 


A mí me obsesiona cómo me ven y me van a ver mis chicos cuando ellos sean grandes. Siempre pienso en que quiero dejar algo sembrado.