YPF pone fichas en Mendoza

La petrolera reestatizada jugó fuerte en combinación con el Gobierno provincial. Entre 2022 y 2023, el sur mendocino podría despegar con la recuperación de la actividad petrolera.

Por Ezequiel Derhun

El ansiado momento del rebote económico pos pandemia trajo una buena noticia para el sector hidrocarburífero de Mendoza, ya que, tras una larga negociación, se cerró un acuerdo con YPF, el jugador dominante del territorio provincial, que desplegó un plan de inversiones muy atractivo, tanto para el abanico de actividades que moviliza la actividad petrolera como para el Gobierno provincial.

La compañía de base estatal plantó tres banderas para generar el entusiasmo del sector: Vaca Muerta, recuperación terciaria y refinería. Las dos partes involucradas, Ejecutivo provincial e YPF, cedieron y apostaron. Ahora se vienen tiempos de pruebas y análisis, que pueden darle a Mendoza un ticket de despegue para un sector alicaído desde hace varios años.

"Logramos un acuerdo que satisface tanto las expectativas del Gobierno como las de YPF y nos pone en un plano de desarrollo futuro que miramos con mucho optimismo", expresó el presidente de la petrolera con control estatal, Pablo González, tras la confirmación de los anuncios a finales de julio pasado.

La lengua mendocina

Desde que Vaca Muerta empezó a ser sinónimo de hidrocarburos, de inversiones y de regalías, Mendoza ha estado esperando que la exploración del bloque que comparte con Neuquén se potencie, ya que la experiencia en no convencional ha sido, por ahora, muy chica de este lado del mapa (Petrolera El Trébol - Puesto Rojas).

Durante los encuentros que hubo durante 2020 entre el gobernador Rodolfo Suarez y la cúpula de la compañía, había un pedido que se repetía: Vaca Muerta.

Entonces, lo que trajo el reciente acuerdo entre empresa y Estado provincial es la confirmación de la exploración por parte de YPF. ¿Por qué es tan importante? Según detalló Estanislao Schilardi, director de Hidrocarburos de la Provincia, "YPF es titular del área donde está el mayor potencial de Vaca Muerta en Mendoza y era el único que lo podía desarrollar".

Desde la empresa que se encamina a su centenario detallaron el proyecto exploratorio de la siguiente manera: la operación consiste en un pad (zona explotada a partir de una locación, cuyo tamaño depende de la cantidad de perforaciones verticales, del largo de las perforaciones horizontales y de las características de la zona de fractura) de dos pozos pilotos en el límite de las áreas CN-VII A y Paso de las Bardas Norte al sur de Malargüe.

La inversión para todo este proceso por parte de YPF es de 17 millones de dólares, pero no será de inmediato, ya que la fecha prevista para iniciar la perforación será la segunda parte de 2022.

Schilardi, por su parte, analizó: "La perforación no dura mucho, podes tardar uno o dos meses y, como mucho, el análisis puede llevarles de seis a ocho meses, que es el estudio de la potencialidad y si se justifica hacer un desarrollo masivo. Para mediados de 2023 podríamos tener algún resultado".

Recuperación terciaria

Además de la prueba piloto en Vaca Muerta, YPF y el Estado provincial acordaron una inversión mucho más fuerte en lo que parece ser uno de los caballitos de batalla del Ministerio de Economía y Energía de Mendoza: impulsar proyectos de recuperación terciaria a fin de asegurar la continuidad e incremento de la actividad petrolera en el territorio provincial. Un punto clave pensando en las regalías petroleras.

Para aplanar este camino, el Gobierno está dispuesto a analizar una reducción de regalías dentro de los márgenes autorizados por la legislación vigente con el objetivo de fomentar inversiones.

La apuesta de YPF está en dos zonas, una es Chachahuen, donde se migrará de recuperación secundaria (pozos inyectados con agua) a terciaria (pozos inyectados con polímeros).

Ahora bien, en qué cosiste una planta de inyección de polímeros. Desde la petrolera indicaron que el polímero es una especie de gel que se introduce y actúa como una barrera empujando el crudo. Sostienen que esta técnica ha dado excelentes resultados y abre grandes expectativas para los yacimientos del sur mendocino.

En Chachahuen, como ya es un pozo explotado, la inversión está en reconvertir a inyectores de polímeros. Pero Cerro Morado Este, que "se encuentra en una fase de desriskeo" ingresará en una etapa de perforación de ocho pozos de delineación y la ejecución de pruebas de "inyección de polímero".

Para Schilardi, acá se destaca que YPF está dispuesta a asumir algún riesgo, ya que en este caso el objetivo es pasar de primaria a terciaria.

Y acá viene la parte interesante del acuerdo porque si los resultados de las pruebas de inyección son positivos, YPF se compromete a invertir 400 millones de dólares para el desarrollo de 300 pozos en esa área. Esto es lo que la petrolera y el Gobierno denominan "escalable".

¿Cuándo podría suceder este salto para potenciar la extracción de crudo en Mendoza? La respuesta optimista es que se inicien las perforaciones durante el primer semestre de 2023.

Sinergia

La noticia de que YPF vuelve a invertir en el sur mendocino genera mucha expectativa en todo el sector, particularmente en el Ejecutivo provincial, ya que Malargüe es la zona con mayor potencial en cuanto a recursos hidrocarburíferos y mineros.

Pero no es fácil avanzar, incluso el anuncio de la explotación de la lengua mendocina de Vaca Muerta por parte de YPF requerirá de una "permisología" que no es fácil de sortear, con todas las Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) necesarias, más allá del decreto que habilita la explotación del no convencional vía fracking.

De todas maneras, el entusiasmo en los pasillos del Ministerio de Economía y Energía es que el anuncio de la llegada de dólares para generar movimientos en el sur provincial provoca que vuelva a hablarse del potencial de la zona, ya que en una zona tan inhóspita está el Parque Industrial Pata Mora, que puede combinarse con la enorme infraestructura de Potasio Río Colorado (que busca inversores).

Entonces, si las pruebas para la explotación terciaria con inyección de polímeros se "escala" como está proyectado, se alimenta la idea de que YPF instale en Malargüe su propia planta de fabricación de polímeros (hoy mayormente son importados).


La inversión proyectada por YPF

-U$S17 millones para la exploración de la formación Vaca Muerta en el sur de Mendoza es lo que proyecto YPF.

-U$S103 millones del complejo industrial de Luján de Cuyo, donde se refinan y procesan los combustibles líquidos que se consumen sobre todo en el norte argentino.

-U$S71 millones para el montaje de cuatro plantas de inyección de polímeros en Chachahuen (U$S63 millones) y pruebas de inyección en Cerro Morado (U$S8 millones).

-A cambio, YPF pide la extensión por 10 años de las concesiones de las áreas Chihuido de la Salina, Chihuido de la Salina Sur y Paso de las Bardas Norte, con el compromiso de invertir otros U$S25 millones.


Las inversiones para la refinería

Las autoridades de YPF confirmaron los planes de ampliación y modernización del Complejo Industrial Luján de Cuyo con inversiones por 103 millones de dólares, para adaptar las instalaciones a las nuevas especificaciones de combustibles y ampliar la capacidad de procesamiento y distribución.

"Presentaremos una ampliación muy importante hasta mayo del 2025, que está terminando de aprobar el directorio, de hasta U$S800 millones y que va a generar de manera directa unos 1.000 puestos de trabajo, con lo cual pasaría a ser la inversión más importante de su historia", aseguró Pablo González, presidente de YPF.


Y agregó: "Estimamos que la capacidad de procesamiento se incrementaría entre un 30% y 40%. Pero si bien el objetivo pasa por un lado en aumentar la producción, el objetivo central es adecuarla a la normativa ambiental de una planta que produce combustibles líquidos para 14 provincias, sobre todo del norte del país".