Vuelta de tuerca para el petróleo

El sector petrolero de Mendoza busca revivir con la licitación de Chañares Herrados y una nueva metodología de ofertas que impulsa el Gobierno para seducir a los inversores con una propuesta "permanente".

Por Ezequiel Derhun

En el peor escenario para el sector petrolero, a nivel mundial, nacional y, particularmente, provincial, octubre llega con la novedad de que la gestión de Rodolfo Suarez licita su primera área petrolera. No es un hecho menor, si pensamos que la provincia viene acarreado un ritmo muy lento para adjudicar áreas para la extracción de crudo.

Y, si bien la licitación ha venido postergándose, ahora todo indica que ya no hay tiempo para correrse y octubre cerrará con la licitación de Chañares Herrados, el área de 40 km2 ubicada en Tupungato, con potencial de 183 m3 de producción diaria.

A priori, son cuatro las empresas que compraron el pliego licitatorio: Pan American Energy, El Trébol, Compañía General de Combustibles y EP Energy.

Chañares tiene una larga y polémica historia en la última década y este cambio de timón, para el Gobierno provincial, puede generar un sello de confianza para futuras licitaciones. Con la crisis del sector desmejorando los números provinciales, potenciada por la pandemia a nivel global, ésta es una gran oportunidad, simbólica, para marcar el sendero de recuperación de un sector clave para la economía de Mendoza pero en retroceso desde hace años.

Emilio Guiñazú, secretario de Energía (depende del Ministerio de Economía) resumió a Área Tres el porqué de las últimas extensiones en los plazos: "Sin precio, con cambio de autoridades nacionales y con demanda en baja, consideramos que necesitábamos un tiempo más para llegar a la licitación y posterior adjudicación, para que se estabilicen un poco las variables principales del negocio petrolero".

Una historia complicada

El área a licitar fue otorgada durante la década el ‘90 a la homónima "Chañares Herrados S. A.", que con el tiempo cambió de manos y fue adquirida por la petrolera Medanito, que utilizó la figura de "Chañares Energía S.A.". Pero, más allá del nombre, lo cierto es que fue incumpliendo sucesivamente con los plazos y los montos de inversión, por lo que, durante la gestión de Alfredo Cornejo, se inició el proceso para quitarle la concesión.

Finalmente y tras cruces de medidas judiciales, a finales de 2019 se despejó el camino burocrático y administrativo para que esta nueva gestión al frente del Estado provincial vuelva a licitar (aunque la empresa aún le restan recursos de vía judicial).

Nueva metodología

La experiencia de Chañares muestra de alguna manera lo complejo que suele ser la licitación de un área petrolera. Por esta razón, en el Ejecutivo provincial quieren evitar que los tiempos se dilaten tanto, sobre todo cuando las arcas provinciales están tan sedientas de las regalías que le deja la extracción de crudo.

Así, todo indica que impulsará un esquema de "licitación permanente". Guiñazú lo explica así: "La idea es que no haya licitaciones esperando años en la estantería, sino que estén permanentemente en la estantería".

Según nos contó el secretario de Energía, desde el Ministerio de Economía hace tiempo que vienen buscando la vuelta para agilizar las inversiones. Una de las ideas que prosperó es esta de tener licitaciones abiertas de manera permanente, sin plazos de finalización.

"Estudiamos cómo lo hacen otras provincias, otros países, y vimos esta posibilidad de oferta permanente, que es un trabajo bastante arduo, porque implica poner en valor toda la información de las áreas que ofrece Mendoza, ya que se podrá acceder a la información geológica y los antecedentes de cada área disponible", manifestó Guiñazú.

Para el funcionario, este método posibilita adaptarse más a las dinámicas de inversión de las empresas, que van "pescando oportunidades". Con la forma tradicional, muchas veces se pierden oportunidades dado que los tiempos que manejan las empresas no son los que maneja la provincia.

"Analizamos todos los frentes y cuál sería la inversión mínima para poder desarrollar. De esta manera, la oferta se mantiene de manera permanente. Entonces, cuando una empresa viene y ve una oportunidad, ve qué hay disponible y nos hace una oferta. En ese momento se abre un periodo de contraoferta y, si no hay nadie que mejore esa propuesta y la empresa cumple con los requisitos de pide la provincia, se llega a la adjudicación", agregó el funcionario.

Barril criollo y un escenario sin certezas

El freno de la actividad petrolera mundial conspiró para que el primer semestre sea recordado como el peor momento de los últimos años. El acuerdo para establecer en 45 dólares el precio interno del barril de petróleo buscó estabilizar el escenario, pero aún hay muchas variables que necesitan consolidación para abrir el mercado a los inversores.

Si bien Emilio Guiñazú consideró que "lo peor ya pasó", hoy la situación sigue siendo "compleja", ya que la demanda global sigue en baja y el precio del barril de crudo, tras tocar su mínimo histórico, oscila y no ratifica el alza.

Lejos de ser un protagonista que pueda afectar el juego de la cotización del crudo internacional, Argentina espera que se reorganicen las autoridades nacionales para ver qué políticas se van a implementar a mediano plazo en cuanto a hidrocarburos.

Darío Martínez es el nuevo secretario de Energía, área que ahora depende del Ministerio de Economía (a cargo de Martín Guzmán) y que antes era parte del Ministerio de Desarrollo Productivo (de Matías Kulfas).

"Hoy, no se han tomado decisiones, no sabemos qué va a pasar con el barril criollo y no sabemos qué va a pasar respecto al gas, que había un proyecto previo. Esperamos que las autoridades nacionales, una vez que estén en sus cargos, empiecen a tomar decisiones", comentó Guiñazú y analizó que, antes, se debe cumplir con otros pasos: "Antes de resolver la política energética, Argentina tiene que resolver su plan económico. Se necesita un sentido y un objetivo para poder planificar, para no terminar de espantar a las pocas inversiones que hay".

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