De Mendoza a Dubái: la empresa local que trasciende fronteras

Artrans, con sede en Luján de Cuyo y dedicada a la fabricación de transformadores están vendiendo sus equipos a proveedores de la industria petrolera. La mirada puesta en el mundo.



Por Soledad González




Lejos de los clásicos destinos de exportación de Mendoza como lo son Estados Unidos y Brasil, una empresa mendocina ha decidido abrirse paso en destinos poco comunes y lejanos: Emiratos Árabes e India. Es que desde Luján de Cuyo, la empresa Artrans, que se dedica a la fabricación de transformadores, está comercializando parte de sus productos en Dubái y otros destinos, principalmente enfocados en la industria petrolera.


“Desde el momento en el que con mis socios pensamos la fábrica, siempre tuvimos en mente exportar. Empezamos vendiéndole nuestros transformadores a empresas nacionales, sin embargo, en poco tiempo pudimos exportar. Algo que no ha sido fácil”, cuenta Rubén Caparotta, socio fundador de la empresa.


En 1982 junto con Pablo Zambruno y Mario Godoy, arrancaron la empresa de transformadores que hoy tras tres décadas ha logrado colocar más de 4.000 equipos en distintos mercados del mundo.


“Creo que uno de los hitos más importantes de las empresa, además de vender a Emiratos Árabes, ha sido poder exportar a Estados Unidos. Se trata de un mercado muy difícil para entrar con maquinas de alto valor agregado. Son muy exigentes y además protegen mucho su mercado, principalmente en productos de este tipo de envergadura”, indicó Caparotta.


Al mundo

Artrans lleva exportada  parte de su producción en Estados Unidos, Canadá, Rusia, Australia, Emiratos Árabes, Irak, Irán y Egipto, entre otros.


“Estamos realizando una exportación a India en este momento. Ha sido complicado poder colocar el producto allí porque no tienen la presión tributaria con la que trabajamos acá, por lo tanto, tener precios competitivos ha resultado todo un desafío”, comentó el empresario.


Como parte de sus transformadores están destinados a la industria petrolera, el precio internacional del barril es una variable de ajuste a la hora de recibir pedidos.


En este sentido, el empresario destacó que “esta industria no tiene reintegros, al tiempo que tenemos impuestos distorsivos para poder exportar más, algo que le hemos planteado a las autoridades. Pero otro tema que también tenemos que enfrentar es el precio del barril de petróleo. Hace un tiempo vendíamos mucho más que ahora”.


La línea de producción de la compañía incluye la fabricación de transformadores de potencia de hasta 100.000 kVA con tensiones de 66, 69, 132 y 138 kV y cambiador de tomas en carga. Además fabrica transformadores de distribución de hasta 2.500 kVA con voltajes de 3.3, 6.6, 11, 13.8 y 33 kV, reactores de neutro, reparación y mantenimiento de transformadores de distribución, supervisión de montaje, asistencia técnica y servicio post-venta.


También se especializa en la fabricación de transformadores para la extracción petrolera, lo que también incluye transformadores elevadores y reductores para uso con equipos de bombeo electrosumergible, que son utilizados en variadores de frecuencia, locaciones peligrosas, locaciones off-shore y ambientes con alta temperatura de hasta 65º C, entre otros.


Trabajo premiado 

En 2016 la empresa fue reconocida por su trabajo en planta, en donde se le otorgó el Primer Premio Nacional 5s, que es organizado en conjunto con organismos gubernamentales y no gubernamentales de Japón y compañías japonesas radicadas en Argentina. Allí resultaron distinguidas Mimo & Co, Ledesma, Artrans e Ingredion.


El Premio Nacional 5Ss apunta a promover colaborativamente la cultura de las 5s que es condición necesaria para la mejora continua, la competitividad y el crecimiento de las empresas en Argentina. A través de un programa de selección y una evaluación efectuada por auditores de reconocida trayectoria, las empresas participantes son calificadas por sus prácticas de mejora mientras orientan sus procesos y cultura organizacional al programa 5s.  Uno de sus objetivos es lograr el compromiso de transferencia de las buenas prácticas del llamado “modelo japonés” en nuestro país.


“Fuimos auditados para analizar cómo trabajamos. El sistema de gestión es el mismo aplicado en Toyota, el cual nace en Japón. Lo que nosotros buscamos, entre otras cosas,  es mantener la línea de producción siempre activa. Para ello le damos herramientas a los trabajadores, tenemos que crear un ambiente de trabajo en el cual ellos se sientan cómodos y así mantenemos la planificación al día sin retrasos”, indicó Oscar Quiroga, ingeniero a cargo de la planta. 


Cabe destacar que Artrans, además cumple con los estándares nacionales e internacionales aplicables a la fabricación de transformadores. Trabaja bajo normas IRAM 2250, IRAM 2479 y Normas de fabricación provistas por cada cliente (YPF, EPE, EPEC, EDESUR, EDENOR, entre otras).  También certifica normas internacionales I.E.C. 60076,  ANSI C57.12 y IEEE. Además el  sistema de aseguramiento de la calidad fue certificado con ISO 9002 en 1997 y se ha mantenido desde entonces. El proceso de fabricación fue aprobado por “Det Norske Veritas”. En el año 2001 la empresa recertificó el cumplimiento de las normas ISO 9001. Asimismo en el año 2013 obtuvo la recertificación de acuerdo a norma ISO 9001-200.


Política de trabajo inclusiva 

La compañía, que se encuentra ubicada sobre Acceso Sur en Luján de Cuyo, tiene una política de contratación inclusiva y privilegia la empleabilidad de vecinos de la zona, como es el caso del populoso Barrio La Gloria en Godoy Cruz. Además, entre su staff, tiene a una persona no vidente.


“La asociación Redes nos trajo a Facundo. Al principio pensé que no iba a ser una buena idea, pero realmente la experiencia ha sido excelente. Una de las virtudes de trabajar con Facundo es que ha unido al resto del equipo. Generó un cambio en la actitud de muchos compañeros. Al principio tuvo un tutor que le enseño el trabajo y el ambiente circundante. Y luego aprendió fácilmente el trabajo. Creo que hay que alentar a los empresarios de Mendoza a que contraten personas con discapacidad porque para ellos es muy difícil conseguir trabajo”, dijo Caparotta.


Perfil


Rubén Caparotta tiene 72 años. Comenzó a trabajar a los 16 años en la primera fábrica de carburo de silicio de América del Sur, Norton Casale, luego Carbometal. “Pero siempre pensé en que quería tener mi propio negocio y no ser empleado. Hice muchas cosas, hasta que un día, con mi cuñado y con Mario Godoy, quien era técnico y trabajaba en una fábrica de transformadores, decidimos iniciar la fábrica, que durante un tiempo largo no daba resultados y que costó mucho que arrancara. La primera licitación que ganamos fue en San Juan y de ahí comenzamos a trabajar y nunca paramos”, cuenta Rubén.