Cuál es el material que le garantizará una década de vida al Corredor del Oeste

El gobierno completó las obras de reasfaltado y utilizó una tecnología que extenderá la vida útil de la carpeta asfáltica.

La Dirección de Vialidad provincial informó que concluyeron las obras de reasfaltado sobre el Corredor del Oeste, una de las vías de acceso más importantes a la Ciudad de Mendoza y que además conecta los departamentos de Las Heras y Luján de Cuyo. 

Uno de los aspectos positivos de esta obra, y por demás necesaria, es que se realizó son la necesidad de efectuar cortes ni interrupciones prolongadas de tránsito. Algo que hubiera complicado aun más la situación algo caótica del tránsito en los ingresos a la Ciudad. 

Pero además de ejecutar un plan de obras que no complicara la circulación vehicular, desde Vialidad destacan que otro aspecto que tienen que ver con la utilización de un tipo de material que además de garantizar las prestaciones de otro tipo de sistemas de asfaltado, aseguraría una vida útil de al menos una década. 

Al respecto, el administrador de la Dirección Provincial de Vialidad, Osvaldo Romagnoli, destacó que "con esta obra de mantenimiento, necesaria para extender su vida útil, el Corredor del Oeste estará a la altura de la prestación que exigirá la nueva Panamericana cuando esté terminada".

En total fueron cubiertos 11 kilómetros por una capa de microaglomerado asfáltico, metodología que, por su práctica aplicación, permitió realizar los trabajos mientras el viaducto seguía operativo para las decenas de miles de personas que se movilizan a diario.

Comenzó la construcción de la Doble Vía del Este

Además, se aplicó la demarcación vial horizontal correspondiente, tanto líneas laterales como la central discontinua que señalan los carriles y habilita el sobrepaso, y los reducidores de velocidad en los sectores críticos para el tránsito.

El sector renovado va desde el empalme de la Nueva Panamericana-Ruta Provincial 82 y el Corredor del Oeste, en Chacras de Coria, Luján, hasta la rotonda de Carola Lorenzini, en Godoy Cruz.       

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