Conocé la empresaria mendocina que juega en las grandes ligas de la industria metalúrgica

MC

La Federación Económica de Mendoza destacó la labor de Alejandra Zammitto, una empresaria metalúrgica enfocada en los servicios petroleros, quien ahora competirá a nivel nacional. Su visión y trayectoria.

 Como todos los años, la Comisión de Mujeres de la Federación Económica de Mendoza (FEM) y la Asociación Civil Cámara de Mujeres Empresarias y Emprendedoras de Mendoza premian a mujeres empresarias destacadas en distintos rubros. El 2023 es el año de Alejandra Zammitto, que fue distinguida como Mujer Empresaria y Emprendedora Mendocina 2023, y de Mariana Pattini y Jésica Bernareggi, que también recibieron una distinción. Las tres mendocinas competirán en Buenos Aires por ser "la empresaria del año", premio que otorga la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). 

Una empresaria de una reconocida metalúrgica fue distinguida por la FEM

 Alejandra Zammitto está al frente de la empresa familiar que lleva su apellido, Zammitto SRL, una firme dedicada a la metalúrgica, arenados, pintura industrial y recupero de bombas petroleras principalmente para la industria de los hidrocarburos. 

En diálogo con Área Tres Energía, esto dijo sobre su rol como mujer empresaria, el sector y la economía de Mendoza y la región: 

 -¿Que significó ser distinguida cómo empresaria del año en la industria mendocina? 

 -Estoy muy contenta y orgullosa con esta distinción. Ha sido una revolución de sentimientos y una gran noticia. La verdad es que me ha recargado de energías. Estoy recibiendo mucho cariño y lo estoy disfrutando al máximo. Sin dudas, esta distinción llega en un momento de muchos cambios en mi vida empresarial, lo que me trae nostalgia por el camino recorrido y mucha confianza para seguir creciendo y tomar nuevos desafíos.

 ¿Te esperabas un reconocimiento como mujer empresaria? 

La verdad que no. Me llamaron varias personas, clientes y la Cámara de Comercio de Luján de Cuyo para decirme que me inscribiera para competir por el Premio Mujer Empresaria y Emprendedora Mendocina, que se realizaba a través de un formulario. Yo hice el trámite como cualquier otro, y cuando me enteré que había resultado ganadora no podía creerlo. Me sorprendí muchísimo.

 -¿Cómo es ser empresaria mujer en un rubro liderado por hombres? 

Me hice cargo de la empresa a los 21 años, siendo mujer y muy joven, en un rubro en el cual había muy pocas mujeres liderando pymes. Las negociaciones las debía enfrentar con hombres mucho más adultos, lo que me obligó a forjar un carácter más fuerte para poder negociar y estar a la altura de las exigencias del medio. Afortunadamente, las mujeres han ido ganando lugar en casi todos los puestos del sector, lo que es muy positivo y, desde mi opinión, la visión de la mujer enriquece el trabajo y las actividades en todos los rubros. 

 -¿Cómo logras un equilibrio entre tu vida personal y profesional? 

El hecho de ser mujer nos lleva a muchas responsabilidades personales en nuestras vidas, como la de formar una familia. Soy inmensamente feliz, tengo tres nenas hermosas, las cuáles se criaron tanto en casa como también en la empresa. Esto me permitió poder compartir lo cotidiano de ser mamá, combinado con el trabajo, y de esta forma, poder gerenciar la empresa y seguir haciendo lo que amo, que es desarrollarme profesionalmente. Construimos un espacio especial en la empresa para que, a las dos semanas de vida, mis niñas pudiesen acompañarme en el trabajo, y así poder ser una mamá sumamente presente y disfrutarlas el máximo el tiempo posible. Soy una convencida que todo lo que se hace con pasión, responsabilidad y alegría es más fácil y trae mejores resultados. 

 -¿Cómo logras un equilibrio entre tu vida personal y profesional? 

El hecho de ser mujer nos lleva a muchas responsabilidades personales en nuestras vidas, como la de formar una familia. Soy inmensamente feliz, tengo tres nenas hermosas, las cuáles se criaron tanto en casa como también en la empresa. Esto me permitió poder compartir lo cotidiano de ser mamá, combinado con el trabajo, y de esta forma, poder gerenciar la empresa y seguir haciendo lo que amo, que es desarrollarme profesionalmente. Construimos un espacio especial en la empresa para que, a las dos semanas de vida, mis niñas pudiesen acompañarme en el trabajo, y así poder ser una mamá sumamente presente y disfrutarlas el máximo el tiempo posible. Soy una convencida que todo lo que se hace con pasión, responsabilidad y alegría es más fácil y trae mejores resultados. 

 ¿Cómo ves la economía de Mendoza? 

Es una pregunta muy difícil de contestar... Estamos transitando un año electoral, con medidas de comercio exterior que limitan al crecimiento. Debido a las restricciones y las complicaciones para las importaciones de insumos y repuestos de maquinarias, la industria se ve muy afectada en cuanto a la adquisición de nuevas tecnologías. Muchas veces se retrasan o se detienen trabajos por no contar con los insumos. A esto se suma el problema inflacionario, que hace que sea muy difícil planificar cualquier proyecto a mediano plazo. 

 -¿Hay alguna receta para ser empresaria en Argentina y no morir en el intento? 

 La verdad, no es nada fácil. En éstos 22 años trabajando he atravesado varias crisis. Uno se va adaptando a los cambios, modificando y aprendiendo, lo que te va dando una flexibilidad que ayuda a sortear los eventos impredecibles que se presentan en el tiempo. 

La Argentina es un país sumamente rico, con un gran capital humano que está dispuesto a progresar. Mi deseo es que cada vez seamos más los que apoyemos y fomentemos el trabajo, esfuerzo y responsabilidad para ser un país cada vez mejor.

 -¿Cómo se planifica en Argentina en un rubro tan delicado como es la construcción y la industria? En mi empresa siempre hemos planificado en cuanto a nuestras necesidades de crecimiento, apostando a mejorar nuestros servicios y adaptándonos a las demandas del mercado. 

 ¿Qué desafíos se te presentan para este 2023? 

A fines del año pasado tuvimos la oportunidad mudarnos al Parque Industrial Municipal de Luján de Cuyo, un predio cinco veces más grande del que teníamos en Guaymallén. Contamos ahora con un predio de 7.000 m2. distribuidos en galpones y playa de movimientos y almacenamiento, ideal para desarrollar todas las actividades. Además, contamos con todos los recursos técnicos y humanos necesarios para realizar las tareas con los más altos estándares de calidad. Así, comenzamos un 2023 con un importante desafío, cuando nos trasladamos, las instalaciones estaban totalmente abandonadas y presentaban un gran deterioro, por eso comenzamos a renovarlas y acondicionarlas para poder desarrollar nuevas actividades. Para acompañar este crecimiento, adquirimos unas naves industriales con cinco puentes de grúa, lo que nos permitirá crecer más como empresa y seguir diversificando servicios para la industria. La mudanza fue un punto de quiebre sumamente positivo para la empresa, estamos en plena expansión, creciendo en la industria metalúrgica y metalmecánica, y también con una expectativa muy grande de ampliarnos en el rubro comercial. El objetivo en el nuevo predio es construir un Centro Comercial Industrial, que contará con proveeduría, ferretería, pinturería, café y una escuela de capacitación industrial y de entrenamiento del personal para todos los trabajadores de la zona, supliendo necesidades que hasta la fecha nadie había pensado. Estoy muy ilusionada con la idea, me parece que vamos a brindar un gran servicio a toda la gente que trabaja en la zona.  

 -¿Qué consejos le darías a otras mujeres empresarias? 

Mi consejo como mujer empresaria es que tengan muchas fuerzas, perseverancia, pero sobre todo, resiliencia. Todo se puede lograr, sólo hay que intentarlo.

Crecimiento sostenido

Zammitto SRL fue creada en 1974 por Ramón Salvador Zammitto, pionero en los arenados industriales en la zona de Cuyo. En ese momento, la empresa instalada en Rodeo de la Cruz, del departamento de Guaymallén, sólo realizaba servicios de arenado y de pintura industriales. Pasaron varios años hasta lograr afianzarse en estas actividades, siempre con esfuerzo y perseverancia, trabajando y brindando servicios para bodegas principalmente, supliendo las necesidades del mercado de la época. En 2001, Ramón falleció a causa de una enfermedad y su hija, Alejandra Zammitto, con tan solo 21 años quedó a cargo de la empresa. En ese momento, la joven estudiaba la carrera de Economía y no tenía experiencia laboral, lo que significó un gran desafío para ella. Argentina, en ese momento, atravesaba una crisis económica muy fuerte y con sólo un empleado Alejandra logró sostener la empresa y continuar creciendo, apostando al desarrollo de nuevos servicios que la ayudaron a mantenerse y poder sobrellevar la situación. De a poco, Zammitto fue incorporando servicios y ganando nuevos clientes, y de esta forma fue ampliándose cada día un poco más en cuanto a volúmenes y complejidad de trabajos. En la actualidad, la empresa cuenta con 45 empleados y brinda un gran abanico de servicios para distintas actividades económicas de la región. 


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