Un pequeño grande que apuesta fuerte en Mendoza

MC

Aconcagua juega sus fichas al petróleo y las energías renovables. En sólo 5 años se convirtió en un jugador fuerte en Mendoza. Recuperó un área clave, tiene dos parques solares y prevé invertir U$S100 millones hasta el 2027

Aunque se mantiene con YPF como el jugador históricamente de mayor peso, el mercado hidrocarburífero de Mendoza ha cambiado. Al punto de que su fisonomía muestra el posicionamiento de compañías de perfil pyme frente a la hegemonía de las grandes petroleras.

Polo Logístico en marcha

Un caso de ascenso meteórico es el de Aconcagua Energía. Una firma paradójicamente fundada por Javier Basso y Diego Trabucco, dos ex ejecutivos "ypefianos" que en sólo cinco años lograron no sólo hacerse fuerte en producción de crudo, sino que incursionan en energía renovable. De hecho, impulsan dos proyectos de parques solares en la provincia. 

 "Logramos un crecimiento sostenido, a paso firme, a pesar de la coyuntura y del contexto macroeconómico. Incluso con el difícil contexto internacional a raíz de la guerra (en Ucrania), Aconcagua pudo mantener un plan de crecimiento que es inversión y actividad sostenida", señala Diego Trabucco, CEO y cofundador de la compañía. 

 Actualmente, el nivel de producción de Aconcagua se incrementó un 20% desde la salida de la pandemia, lo que significa que este año ya esté cerca de superar 1,2 millón de barriles anuales de crudo. Para el ejecutivo, "algo trascendente" que sirve como mensaje para que otras "compañías medianas se animen a seguir este camino". El camino recorrido es corto pero rendidor. Actualmente vende a varias de las grandes del negocio, como la brasilera Raízen, PAE (Pan American Energy), Shell, Axion e incluso a la misma YPF.

Si bien Aconcagua tiene unos $5.000 millones invertidos en los últimos 5 años, la meta es ir por más. Al menos hasta 2027. 

 "Vamos a aumentar un poco la escala para estar en el orden de los 20 millones de dólares en erogaciones por año en el próximo quinquenio. Eso va a traer aparejado un mayor nivel de actividad en la región", adelantó Trabucco.

Pero en la reseña de logros recientes los responsables de la firma hablan de "algo disruptivo", una suerte de antes y después. Ni más ni menos que la concesión del yacimiento Chañares Herrados, un caso precedido de una larga polémica por el litigio judicial en el que se vio envuelta la provincia por la expropiación a su ex concesionario Medanito. 

El área, considerada clave en algún momento para Mendoza, había entrado en un declino de su producción. Pero para normalizar su situación debía resolverse el complejo cuadro legal que había disparado el nivel de incumplimiento detectado en las inversiones.  

 Según Trabucco, "logramos revertir fuerte ese declino y llevarlo a niveles de producción que tenía entre 2016 y 2017, con el impacto que eso genera en regalías e Ingresos Brutos para la provincia, además de mano de obra y proveedores".

 Pero la dinámica no se detiene. Y para 2023 la firma tiene en carpeta tres nuevas perforaciones por U$S15 millones, entre Cuenca Cuyana (2) y la restante en el Sur provincial. 

 Una cifra bastante cercana a lo que, por ejemplo, YPF ya presupuestó para arrancar con la actividad extractiva de no convencional en Malargüe.

 Energías renovables 

 El plan de Aconcagua tiene su pilar en los hidrocarburos, pero en pleno 2022 su cartera se diversifica. Y la energía renovable asoma como la nueva apuesta. 

Sus mentores lo definen como un "portfolio" de proyectos con el objetivo de alcanzar los 150 megavatios de potencia instalada. Dentro de un esquema que, como otros, se apoyan en la escalabilidad, el primero de los parques generadores de energía fotovoltaica va por los primeros 45 megas.

El puntapié inicial fue con la construcción de Parque Solar Aconcagua, en Luján, prevista en cuatro etapas. La primera, de 20 megas, equivalente a la energía que demandan 13.000 hogares, que podría completarse en 2024. 

 Un punto fuerte es que, además, junto al restante parque proyectado en Río Negro, la petrolera alcanzará un autoabastecimiento energético del 100% para todas sus operaciones.

Para el ejecutivo "tiene un doble impacto, el primero convertirnos en una empresa de impacto neto positivo en cuanto a huella de carbono. El beneficio inmediato es generar energía para autoabastecernos, lo que implica ahorro operativo y más eficiencia en el presupuesto".  

 Costos y alianzas 

Con todo, saber cuál es o fue la llave para crecer tanto en poco tiempo es un interrogante al que Trabucco no rehúye responder: "El modelo de negocio ha sido clave. Ser una compañía integrada verticalmente en la cadena de valor, aunque no al 100%, ha hecho que esté fuerte en épocas de contextos adversos, para mantenerse operativa sin impactar en sus cuentas, en la sanidad financiera", analiza. 

Sortear la crisis desatada por la pandemia en 2020 lo puso a prueba. "Así se pudo triplicar la producción al año siguiente, y en 2022 multiplicarla por cuatro", acota. 

 Lo dicho: Aconcagua pisa fuerte en el upstream, en el camino empezó a generar energía térmica y ahora va por las renovables. 

 Para sus dueños "eso está pensado así porque lo que se busca es optimizar los costos, o tenerlos bajo control, y así soportar cualquier vaivén de la economía. Y también estar preparados para exportar a partir de costos muy eficientes". Pero no es la única estrategia. El caso del yacimiento Puesto Pozo Cercado muestra que Aconcagua también contempla tejer alianzas o jointventures si es necesario.

 Recientemente, le vendió 50% de ese yacimiento a Crown Point, otra de las petroleras con intereses en Mendoza. Y de ese modo, "hacer sinergia" sobre PPC y Chañares. 

 Basso y Trabucco lo consideran una decisión "estratégica e inteligente" para poder acelerar la ejecución de los planes previstos. Y, al mismo tiempo, compartir riesgos.

Otra pata de la estrategia fue Mendoza Activa Hidrocarburos. A través del programa provincial de incentivos a la inversión la petrolera completó más de $2.000 millones en proyectos que, según admiten "incluyen algunos que no teníamos previstos, y ya se pudo ejecutar un 60%". 

La empresa en números 

· U$S 55 millones lleva invertidos desde 2017.

· 1,2 millón de barriles es la producción anual de petróleo de la empresa. El 85% de ese volumen corresponde a Mendoza. El 15% restante está en Río Negro.

· 1.000 empleos concentra en sus explotaciones.

· 150 megavatios es la potencia instalada prevista en sus proyectos fotovoltaicos.

· U$S100 millones prevé invertir en los próximos cinco años en Mendoza.


Aconcagua versus YPF

 Los dueños de Aconcagua evitan definiciones estridentes. Pero a la hora de hablar de los grandes jugadores del mercado petrolero, es inevitable hablar de YPF con una cuota que supera el 60% del total de la producción en Mendoza. 

En un ranking caprichoso, ¿en qué puesto se ubica Aconcagua frente a YPF?.

"Si lo miramos por producción, al compararnos obviamente tenemos una escala muy distinta. Nosotros explicamos un 10% de ese total, o sea, una diferencia sustancial. Pero más allá de eso, si tomamos equipos activos de perforación Aconcagua cuenta con 3 trabajando permanentemente en 4 áreas de concesión, mientras que YPF quizá tenga 10 en 20, un ratio que nos ubica mejor", detalla Diego Trabucco. 

Con dos nuevos parques solares, Mendoza producirá 110 MWh de energía eléctrica

Claro que otra medida son las inversiones. Y frente al anuncio de la petrolera de bandera de que colocará U$S 17 millones en la "lengua mendocina" de Vaca Muerta, en Malargüe, tampoco quiere quedarse atrás en esta jugada. Es que cerca de la zona que se enfoca en el no convencional, Aconcagua tiene la concesión de Confluencia Sur, un área prometedora que capta un plan de inversión de U$S8 millones. "No son los números que maneja YPF, pero por el tamaño que tenemos no es nada cifra despreciable", destacan. 

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