Todo vuelve: un clásico diseño de los 70 se impone nuevamente

Las salas hundidas fueron toda una moda en la década de los 70 y al parecer este particular diseño de interiores está de vuelta y se impone como una de las tendencias del momento. Se trata de conocida característica retro y moderna, que le otorga a los ambientes un lugar cómodo para descansar y que es ideal como espacio de entretenimiento. En especial ver series o películas ya que se caracteriza por contar con un área grande para sentarse, decorar con cómodos sillones.

La creación de este tipo de espacio se le atribuye el arquitecto Bruce Goff quien construyó la primer sala hundida en 1927 en una casa del estado de Oklahoma en. Sin embargo, se le da crédito a la Casa Miller, construida en 1952 por Eero Saarinen en la meca arquitectónica de Columbus, Indiana como el hogar que inició la tendencia nacional y aumentó su popularidad. 

Encargada por J. Irwin Miller y su esposa, Xenia, la casa Miller se esforzó por crear un espacio luminoso y acogedor, cuyo corazón era un espectacular salón hundido al que se accedía por cuatro escalones y fue recibido tanto con críticas como con aplausos, por su atrevido y singular diseño. 

Con el paso de los años este diseño fue quedando de lado, pero como suele ocurrir con la mayoría de las tendencias de diseño, ha vuelto. Un ejemplo es la histórica terminal TWA del aeropuerto JFK de la ciudad de Nueva York, que recientemente fue restaurada para recuperar su antiguo esplendor, incluía su zona de conversación original convertida en una zona de asientos de bar con vistas a una pequeña pista renovada. 

Otros lugares de trabajo corporativos están viendo resurgir la tendencia, ya que los trabajadores buscan formas de reunirse informalmente para conversaciones improvisadas. Y para ello no hay mejor diseño que la sala hundida.