San Jorge apura el trámite
Ya tienen todo listo, la documentación presentada, el dinero para la inversión asignado y los contactos más que aceitados para llevar adelante el proyecto en Mendoza y en San Juan. Los capitales rusos detrás de la Minera San Jorge, el proyecto de cobre y oro en Uspallata, solo esperan el aval político para arrancar. Eso sí, confían en que sea pronto y lanzan una advertencia al poder político: “Si quieren inversiones y generación de empleo en 2015, el proyecto debe salir antes de fin de año”.
La fecha esperada se mide en semanas, ya que el mayor temor de los inversores es que el tema se vuelva a politizar en un año clave para la provincia y el país como será el 2015, cuando se celebren elecciones tanto para presidente, como para gobernador, legisladores nacionales y provinciales e intendentes municipales.
Las empresas de capitales rusos Solway y Aterra Capital están decididas a invertir en Mendoza, pero admiten que hoy el proyecto San Jorge es rentable por el contexto internacional de precios del cobre. Más adelante no se sabe. La oportunidad es ahora y es ahora cuando hay que avanzar en la discusión sobre ampliar la matriz productiva de Mendoza. Y enviaron un claro mensaje al Gobierno y a las cámaras empresarias: si quieren inversiones y creación de puestos de trabajo en 2015, el proyecto minero tiene que aprobarse ahora.
“La clase política y la sociedad se están dando cuenta de que la minería puede cambiar la matriz económica de Mendoza”, admite Pavel Ermolaev, representante en Minera San Jorge de la empresa Solway Group de capitales rusos.
En cuanto a los plazos, los inversores fueron muy directos. “Queremos sacar de la discusión electoral al proyecto minero. Nos preocupa que se politice”, admite Kirill Zimin, partner de Aterra Capital, la otra empresa rusa que está detrás del proyecto San Jorge.
En los hechos, sólo hace falta la decisión política para destrabar un proyecto que fue modificado a pedido del Gobierno provincial para que pueda sortear el cepo impuesto a la minería metalífera en Mendoza por la ley 7722. Un emprendimiento que propone extraer en Mendoza el mineral con la roca, hacer un primer proceso de flotación para sacar una parte de los excedentes (roca molida sin minerales); dejando la “pasta base” para que sea transportada vía tren hasta Calingasta en San Juan donde se haría la separación definitiva del mineral de la roca por un proceso de “lixiviación” con el uso de sustancias prohibidas por la legislación mendocina como el ácido sulfúrico.
El proyecto San Jorge ya cuenta con la aprobación de impacto ambiental y no hay abierto en la Justicia un proceso que impida su avance. Toda la documentación está ya presentada y desde el Ejecutivo se tiene que hacer una suerte de acta complementaria donde se acepta que el proceso de extracción se divida y una parte se haga en Mendoza (extracción) y otra en San Juan (separación del cobre y oro de la roca).
En total y dependiendo del tipo de proyecto que se termine aprobando, la Minera San Jorge prevé la generación de entre 3.000 a casi 4.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, sólo en la etapa de construcción de la mina, con inversiones en torno a los U$S400 millones. De avanzar, el proyecto San Jorge se convertiría en la inversión rusa más grande registrada en toda la historia argentina.
Si se separa el proceso, el proyecto San Jorge sacaría el material de Uspallata en Mendoza, lo transportaría por tren a San Juan y lo procesaría en la vecina provincia. Este cambio obligará a la construcción, además de la mina, de una vía férrea de 22 kilómetros dentro de la estancia el Yalguaraz donde está el proyecto, esto es por la ruta 149 a 37 kilómetros de Uspallata y a 147 km. de la ciudad de Mendoza.
Una vez en marcha, la Minera San Jorge estima una producción total de 40.000 toneladas de cobre y 40.000 onzas de oro. Esta producción permitiría cubrir todas las importaciones de cobre de la Argentina, por lo que el proyecto ayudaría a sustituir importaciones.
Acuerdo por regalías
Otro de los puntos clave sobre los que se avanzó es en el tema regalías. Si bien la legislación vigente establece que las empresas pagan regalías por el equivalente al 3% del valor bruto del mineral a “boca de mina”, desde Minera San Jorge decidieron ir más allá teniendo en cuenta que el proyecto será biprovincial.
La legislación vigente exige sólo tener que pagar regalías en Mendoza, que es donde se extrae el mineral, pero desde la empresa adelantaron que negociarán con San Juan el pago de regalías extra en esa provincia para poder trasladar hasta Calingasta la planta de procesamiento para obtener el cobre y el oro, explicó Taras Nechiporenko, CEO de Minera San Jorge S.A.
Fuera de eso, el otro impacto positivo del proyecto más allá de lo fiscal es la generación de puestos de trabajo. En este sentido, la creación de empleo estará repartida entre Mendoza y San Juan tanto en la etapa de construcción de la mina como en la de explotación.
En cuanto a los proveedores, desde Minera San Jorge también se avanzó y ya se firmó un acuerdo con la Asociación de Industriales Metalmecánicos de Mendoza (Asinmet) para empezar a estrechar lazos y a trabajar en alianzas con proveedores locales para cubrir las necesidades de maquinarias, repuestos, piezas y servicios que demandará el proyecto en sus distintas etapas, agregó Nechiporenko.
Asinmet firmó un acuerdo de cooperación con los grupos inversores Solway Group y Aterra Capital, que se harán cargo de la explotación de proyecto minero San Jorge. El objetivo de este convenio es asegurar la participación de empresas mendocinas en el emprendimiento ubicado en Uspallata. “Esto generará trabajo para miles de mendocinos y crecimiento para la provincia”, afirmaron desde Asinmet en un comunicado oficial donde sostienen que el proyecto minero “es imprescindible para la ampliación de la matriz productiva provincial, asegurando la sustentabilidad social, ambiental y económica”.
“Somos los primeros en defender el ambiente y el desarrollo sustentable de la economía de la Provincia”, expresan en el comunicado firmado por la Comisión Directiva de Asinmet.