Knauf piensa en grande

Luego de ampliar un 50% su producción, donde se invirtieron 26,6 millones de euros, la firma alemana comprometió $30 millones para fabricar yeso en polvo.

La fábrica de placas de yeso más grande de Sudamérica está en Mendoza y será todavía más grande en el plazo de un año más. Es que en el mismo acto en el que quedó inaugurada una ampliación del 50% en la capacidad de producción de Knauf, la empresa de capitales alemanes con sede en Luján de Cuyo anunció que invertirá otros $30 millones para la construcción de una nueva línea de producción para la fabricación de bolsas de yeso para revoques, un insumo clave para la construcción.

Con una inversión de 26,6 millones de euros, Knauf aumentó un 50% su producción en Mendoza. Es que en Luján de Cuyo, este empresa fabrica placas de yeso, perfiles de acero galvanizado y masilla para abastecer al mercado nacional y exportar a Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

La nueva línea de producción para la fabricación de polvo de yeso, que se comercializará en bolsas y servirá para la construcción de revoques, se empezará a montar en breve en Mendoza y se espera que esté en funcionamiento durante el 2015.

“Invertimos, generamos nuevos puestos de trabajo y promovemos una balanza comercial ampliamente positiva, porque desde Mendoza exportamos a Chile y el resto de los países vecinos”, explica López. “El mercado de la construcción en la Argentina necesita transformación. Necesitamos hacer casas cada vez más eficientes y creemos que el país debería orientar sus políticas en ese sentido”, señala el CEO de Knauf en Argentina.

NDUSTRIA EN EXPANSIÓN

La fábrica de placas de yeso más grande de Sudamérica está en la Argentina. Más precisamente, en Luján de Cuyo, Mendoza. Es la planta industrial Knauf, empresa líder mundial en sistemas de construcción en seco, que con una inversión de 26,6 millones de euros, se amplió para incrementar un 50% su producción. En Mendoza, la plata de Knauf da trabaja directo a 110 personas.

La presidenta de la Nación Cristina Fernández, a través de una videoconferencia, encabezó el acto de inauguración de la ampliación, que contó con la presencia del gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, y de los máximos directivos de la compañía: Alexander Knauf, director y gerente general del grupo, Baldwin Knauf, presidente del Consejo Familiar de la empresa, Serge Azaïs, su director regional, y César López, gerente general de Knauf Argentina.

El proceso de ampliación de la planta empezó en 2012 y demandó una inversión de 26,6 millones de euros, de los cuales la mitad se destinó a proveedores locales.

“Se renovó toda la línea de producción con la última tecnología con que cuenta la empresa en el mundo”, explicó López. “Se instalaron una nueva trituradora primaria de roca de yeso que duplica el rendimiento de la anterior y un nuevo sistema de calcinación de yeso, que triplica el volumen de producción de yeso que teníamos. Finalmente, se duplicó la extensión de la línea de fabricación de placas y se construyeron 1.000 m2 cubiertos para albergar las nuevas instalaciones. Esto nos permite aumentar la producción de placas de yeso un 50%. Además, se trata de tecnología de última generación, altamente eficiente, que permite ahorrar energía y reducir el impacto ambiental”.

Inaugurada en 2001 con una inversión inicial de 41 millones de dólares a los que se sumaron ampliaciones sucesivas por otros 7, 5 millones, la planta fabrica hoy los tres componentes principales de los sistemas de construcción en seco Knauf: las placas de yeso, los perfiles de acero galvanizado en que se montan las placas y la masilla para el tomado de juntas. Su producción abastece al mercado nacional y se exporta a Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

“En junio de 2012 nos reuniones acá, en la planta de Knauf en Luján de Cuyo, para hacer un anuncio. Y ahora estamos confirmando que es una realidad ese anuncio y esto es muy importante para las empresas argentinas y para las empresas extranjeras que operan en el país. Es muy importante cuando alguien cumple lo que promete y que lo comunique. Eso es importante para la sociedad, para los trabajadores, para nuestros clientes y consumidores. Por  eso hay que generar este tipo de compromisos entre los empresarios”, afirma César López, CEO de Knauf en Argentina, antes de señalar que la empresa alemana puso en marcha en el 2001 su planta en Mendoza. Luego la amplió en 2006. Ahora aumentó un 50% la capacidad de producción y se espera que en 2015 esté en funcionamiento la nueva línea de producción de yeso en polvo, para lo que se invertirán $30 millones más.

SISTEMA CONSTRUCTIVO

Argentina solía ser un país tradicional en lo que a sistemas de construcción se refiere, pero en los últimos 17 años el consumo de placas de yeso se multiplicó por siete: pasó de 0,1 m² per cápita en 1997 a 0,7 m² en la actualidad, según estimaciones del sector. Bastante más que el promedio sudamericano, que es de 0,45 m² por habitante al año. Aunque todavía está lejos de los 2,6 m² que se consumen por año y por persona en Chile, el principal destino de exportación de las placas de yeso mendocinas.

La planta Knauf de Luján de Cuyo acompañó y apalancó este crecimiento. En 2004, sumó a la fábrica de yeso y a la de placas la producción de los perfiles de acero galvanizado, que conforman la estructura del sistema. En 2006 agregó la línea de producción de placas texturadas. Y a fines de 2008 comenzó a producir también la masilla para el tomado de juntas.

En cuanto a las placas, además de las estándar, fabrica placas de yeso resistentes a la humedad, placas resistentes al fuego, y, desde 2011, y después de dos años de desarrollo, produce también, bajo los mismos estándares que en Alemania, Knauf Diamant, la placa premium de Knauf. Es una placa de yeso de alta dureza, que tiene el doble de resistencia a impactos y de capacidad de carga que las placas estándar y que esignífuga, hidrófuga y brinda aislamiento acústico superior. La construcción en seco con sistemas Knauf de placas de yeso montadas en perfiles de acero galvanizado es cinco veces más rápida que la construcción tradicional, pesa 10 veces menos y tiene mejores prestaciones de aislamiento térmico y acústico y de protección contra el fuego.

Y puede contribuir sustancialmente al ahorro energético. Según un estudio del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), aplicando a los edificios un revestimiento térmico consistente en lana de vidrio, film de polietileno como barrera de vapor y placa de yeso, se puede ahorrar un 42,9% en calefacción y refrigeración. Valor que alcanza el 50% si se le suma el doble vidriado en las ventanas.

“Transformamos localmente una materia prima minera argentina –la roca de yeso, que Knauf extrae de dos yacimientos en la cordillera mendocina– con industria argentina, mediante transferencia tecnológica alemana”, evalúa López. “Obtenemos productos que cumplen con las más altas normas de calidad internacionales y que aportan nuevas prestaciones y mejoran la calidad de la construcción”, concluyó el directivo.
Knauf en el mundoKnauf global
Fundada en Alemania en 1932 por los hermanos Alfons y Karl Knauf, la empresa posee hoy 150 fábricas en 60 países y emplea a más de 25.000 personas globalmente. En 2013 facturó 6.300 millones de euros y es uno de los principales proveedores mundiales de placas de yeso para la construcción.

Knauf Argentina
La filial local, Yesos Knauf Argentina, instaló sus oficinas centrales en Vicente López y comenzó a operar comercialmente en el país en 1998. Hoy cuenta con más de 200 distribuidores en todo el país.

Knauf en Mendoza
En junio de 2001se inauguró en el parque industrial de Luján de Cuyo, Mendoza, la planta Knauf. Hoy consta de las siguientes fábricas: la de yeso, la de placas, la de perfiles de acero galvanizado, la de masillas y la de placas texturadas.
Un poco másEl proceso de producción

El yeso se obtiene de la cantera en estado sólido, en forma de roca. En términos químicos consiste en sulfato de calcio bihidratado, formado por la aglomeración de crustáceos hace más de 100 millones de años.

Luego de su extracción es transportado en camiones hasta la planta. Por razones topográficas y climáticas, sólo puede extraerse material durante cinco meses en el año.

Oportunamente el material es triturado hasta alcanzar la granulometría necesaria y calentado a altas temperaturas para evaporar parte del agua. A este proceso se lo denomina calcinación. Luego, el yeso debe enfriarse rápidamente para evitar que se siga calcinando en los silos de acopio, donde queda almacenado hasta su utilización en la fábrica de placas.

Todo el proceso está automatizado y la planta industrial cuenta con tecnología de última generación.

La fábrica de placas

Las placas constan de un núcleo de yeso recubierto por un cartón de gran resistencia. El núcleo nace en el mezclador, lugar donde convergen el yeso en polvo, los aditivos minoritarios necesarios para cada tipo de placa y agua. Al unirse estos componentes naturales -no contaminantes- se obtiene una pasta líquida que ocupa el volumen delimitado por el cartón.

Este proceso tiene lugar en el sector denominado mesa de formación, donde las placas adquieren el espesor, el ancho y la forma de los bordes. En sólo 3 minutos se solidifica la masa y la placa alcanza su forma final.

Una vez cortadas, las placas son transportadas hacia un horno de grandes dimensiones donde se disipa el excedente de agua interior. El último paso es el de paletizado, que se cumple a la salida del horno; luego los palets son estibados y ulteriormente enviados a los distribuidores.

El proceso completo de producción y las medidas internas de logística son documentadas constantemente y controladas según las normas ISO 9001.

Impacto ambiental

Los insumos de la planta son básicamente yeso, agua y cartón, a los que se agregan aditivos aceleradores y retardadores de fraguado, retenedores de agua, cargas inertes, etc.

Las principales emisiones son vapor de agua (no contaminante) y gases de combustión de la fuente energética (gas natural).

La planta no produce efluentes líquidos industriales: el agua incorporada al yeso se evapora, o forma parte de la masa del producto. Tampoco produce efluentes sólidos, ya que los rechazos de producto se reutilizan como materia prima.

La energía térmica necesaria para el secado del yeso en bruto, la calcinación y el secado de las placas se genera por medio de la combustión de gas natural, con lo que las emisiones son extremadamente bajas. El contenido de Nox en los gases de salida es inferior al límite establecido en las reglamentaciones vigentes.

Las emisiones de polvo durante el secado y la calcinación del yeso se reducen mediante ciclones y filtros de mangas de alta eficiencia. Estos aseguran un contenido residual seco de polvo menor a 0,05 g/m³. Todas las instalaciones de transporte para el material se realizan en ambiente hermético que evita fugas de polvo al ambiente interno fabril o al exterior.