Ex presidente español marcó cuál es el rumbo que debería tomar la economía argentina

Ante empresarios nacionales, Felipe González afirmó que el mundo atraviesa un proceso de cambio geopolítico inexorable del cual Argentina se puede beneficiar.

Convocado por el G6, el grupo de conformado por la Unión Industrial Argentina (UIA), Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Bolsa de Cereales de Buenos Aires y Sociedad Rural Argentina (SRA), el ex presidente español, Felipe González, participó de una conferencia donde abordó distintos temas, entre ellos, los cambios en la geopolítica y los desafíos de Argentina en este contexto. 

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Entre los presentes también se encontraban funcionarios de los gobiernos nacional y provinciales, gobernadores, representantes de partidos políticos, ministros de la Corte Suprema, organizaciones sindicales, dirigentes, empresarios y líderes religiosos.

Durante su presentación, Felipe González opinó que los desafíos que enfrenta el mundo -la post pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania, los déficits energéticos y la escasez de alimentos- deben ser superados a través de consensos nacionales y regionales amplios. 

En ese sentido dijo que "Hay un momento de inexorable cambio geopolítico en el que Argentina tiene que redefinir su papel en el concierto internacional, hay una ruptura del modelo de globalización que generará nuevas formas y nuevas cadenas de suministros. Su definición sobre el futuro de los próximos cuatro años debe focalizarse sobre variables estratégicas como el litio, el gas natural de Vaca Muerta y el cobre". 

En la misma línea el ex mandatario preguntó antes los presentes: "Esas variables, ¿las van a tener en cuenta para pelear, o para construir un proyecto de país?"

Ante la pregunta sobre cómo promover la generación de consensos, González realizó un diagnóstico del contexto internacional y su influencia en todas las regiones: "uno de los déficits y de los fracasos de la democracia representativa es de ineficiencia en el funcionamiento del poder político. Las grandes formaciones políticas no deben quedar en la ensoñación de los bloques antagónicos sino en la centralidad en la que se basa una verdadera convivencia libre y democrática".

Al finalizar el encuentro, los representantes del G6 coincidieron en que los esfuerzos de la dirigencia argentina deben enfocarse en la construcción de un espacio de debate que permita alcanzar acuerdos básicos, reconociendo y aceptando las diferencias. 

Además, se destacó que Argentina tiene por delante una agenda de carácter local -la volatilidad macroeconómica, la creación de empleo para avanzar en la inclusión social, la generación de divisas, el desarrollo federal de las cadenas de valor, la transformación de las oportunidades en activos del país (energía, alimentos y minería)- que hacen prioritario la materialización de un gran acuerdo nacional.


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