El día que César Pelli presentó un proyecto para reformar el Centro Cívico, pero ni lo miraron

Fuente: El Periódico La historia de San Francisco tiene curiosos ribetes por donde se la mire. Sin dudas, uno de los aspectos que más atrae la mirada de los historiadores es la cuestión de la infraestructura, que quizás es la que deja la huella más visible. En ese sentido, el Centro Cívico es uno de […]


Fuente: El Periódico





La historia de San Francisco tiene curiosos ribetes por donde se la mire. Sin dudas, uno de los aspectos que más atrae la mirada de los historiadores es la cuestión de la infraestructura, que quizás es la que deja la huella más visible. En ese sentido, el Centro Cívico es uno de los lugares más icónicos de nuestra ciudad y uno de los que más sufrió transformaciones a lo largo de los años.





Cuenta la historia que en 1960, pocos años después de que la estación de trenes se retirara del centro de la ciudad y fuera llevada a la periferia, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza en la que se establecían las bases y condiciones de un concurso nacional de anteproyectos que buscaba propuestas para urbanizar esos terrenos donde antes había existido el ferrocarril.





Las bases del concurso, recuerda el fallecido historiador José Alberto Navarro en su libro “Historia del Centro Cívico Comercial de San Francisco”, habían sido elaboradas por los arquitectos Raúl Zarazaga y Miguel Tarán, quienes contaron con la colaboración del entonces estudiante de arquitectura Rafael Macchieraldo, hoy uno de los profesionales más reconocidos en la ciudad.





El objetivo era el de obtener un proyecto que agrupara de manera equilibrada zonas comerciales y residenciales con espacios verdes y de circulación.









¿Qué pasó?



Los anteproyectos presentados fueron 21, aunque luego se consideraron sólo 19 porque dos de ellos, que llegaron desde Tucumán, terminaron desestimados por no haber sido presentados dentro del plazo establecido. Increíblemente, una de esas iniciativas correspondía a César Pelliarquitecto argentino de gran prestigio y de reconocimiento internacional que falleció en 2019.





Cuenta en su libro Navarro que una fuerte tormenta desatada en Tucumán, donde uno de los referentes más destacados de la arquitectura a nivel mundial residía en ese entonces, impidieron su presentación a tiempo. Fue el propio Pelli el que confirmó el hecho mediante un correo electrónico enviado a Navarro ante su consulta en 2008.





También Macchieraldo recuerda claramente la historia. “Cuando Navarro me viene a consultar porque estaba escribiendo ese libro, le digo ‘pasó una cosa muy curiosa’. Yo sabía que uno de los que había trabajado en el proyecto de Tucumán era el arquitecto Vivanco. Lo sabía porque Vivanco vino a San Francisco a ver el terreno y a hacer un recorrido por la ciudad y la Municipalidad me llamó para ver si lo podía acompañar para explicarle un poco qué era lo que se quería hacer. Pero me quedaba la duda de quién era el otro arquitecto”, explicó a El Periódico Macchieraldo.









Acto seguido rememoró que eso lo supo en 1996. Ese año, en un viaje que Macchieraldo realizaba por Barcelona en el marco de un congreso internacional de arquitectura, le tocó sentarse en el ómnibus al lado de un arquitecto tucumano. El hombre había sido ayudante de Vivanco, uno de los dos arquitectos de esa provincia que habían presentado proyectos para remodelar el Centro Cívico de San Francisco. Y fue el que le informó que el otro profesional había sido nada menos que Pelli.





“’Era de Cesar Pelli’, me dijo. Ahí en Barcelona me enteré de eso. Pelli se recibió en Tucumán. Poquito antes de presentar el proyecto se fue a trabajar al estudio de Eero Saarinen, un arquitecto sueco de mucho prestigio en Estados Unidos. Pero cuando se hizo el proyecto, Pelli estaba en Argentina, había salido de Estados Unidos para poner sus conocimientos en nuestro país. Cuando se encuentra con que el proyecto que él había hecho, que lo hubiese retenido en Argentina, había sido rechazado porque ni siquiera lo abrieron, tuvo una amargura que se volvió a ir a Estados Unidos”, contó Macchieraldo.





Y añadió: “Si él hubiese ganado, posiblemente no hubiese sido el Cesar Pelli que todos conocemos internacionalmente porque se hubiese quedado en Argentina haciendo el proyecto de San Francisco”.





 El proyecto ganador



Luego de la recepción de los trabajos en el viejo edifico de la Sociedad de Arquitectos de Córdoba, la deliberación tuvo lugar en el Sport Automóvil Club de San Francisco.





El fallo, que tuvo lugar en noviembre de 1960, dio por ganadores a los arquitectos Edmundo Arias, Luis Cuenca, Héctor Keismajer, Tomás Pardina y Bernardino Taranto, de la ciudad de Córdoba. Al proyecto victorioso sólo se le hizo una modificación: se desestimó construir la Terminal de Ómnibus entre Lisandro de la Torre y Córdoba y se recomendó realizarla donde actualmente está emplazada.





Como curiosidad, recuerda Navarro, todos los trabajos presentados consideraban el cierre de avenida del Libertador, aunque uno de ellos buscaba que la misma continuara por un pasaje subterráneo.







 Quién fue César Pelli



César Pelli fue un arquitecto argentino de amplio reconocimiento internacional. Nacido en San Miguel de Tucumán en 1926, donde egresó de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de esa provincia, murió en 2019 a los 92 años en Estados Unidos, donde residía.





Cuando su fama recorrió el mundo, Pelli ya era un hombre importante de la arquitectura que había construido varios edificios relevantes, en todos los casos torres de singular distinción y originales revestimientos, como el cristal.





Precisamente, por esa clase de diseños eclécticos y siempre sensibles al entorno recibió numerosas distinciones.





Entre las obras más famosas que realizó se encuentran las Torres Gemelas Petronas, en Kuala Lumpur (Malasia), que desde 1998 y hasta mediados de 2003 fueron las más altas del mundo. Por esa obra, recibió el premio Aga Kahn en 2004.





Sus obras se expandieron por el mundo y, en los años 90, Pelli ya era para los estadounidenses uno de los 10 arquitectos más influyentes de su tiempo.