Con el sello de la arquitecta del paisaje vitivinícola

MC

Eliana Bórmida ingresó como miembro en la Academia de Arquitectura y Urbanismo de Argentina y cuenta su visión sobre el trabajo en bodegas como una experiencia integral.

 "Hay que ser capaz de mirar el tiempo y el espacio para entender el desarrollo de un territorio", comienza la prestigiosa Eliana Bórmida, arquitecta mendocina y figura pública reconocida y querida en la provincia, quien acaba de ser distinguida con su ingreso a la Academia de Arquitectura y Urbanismo de Argentina (AcAU). Con ella hablamos sobre su visión del territorio, la arquitectura, los recursos naturales y el medio ambiente, aspectos claves a la hora de diseñar un proyecto vitivinícola. Esto dijo: 

Bórmida & Yanzón va por un hito residencial

 ¿Cómo fue su experiencia de ingresar a la AcAU? A fines del 2022, fui invitada a integrar como Miembro de Número esta prestigiosa institución, constituida hasta entonces, casi totalmente por profesionales de Buenos Aires, en un momento en que se consideró el interés de mayor protagonismo de las provincias, para abarcar problemáticas nacionales e internacionales más amplias y variadas.

 ¿Qué significa para usted formar parte de esta institución? 

Significa la posibilidad de aportar visiones y experiencias desde Mendoza a este equipo de trabajo para realizar transferencias, llevar adelante análisis y desarrollar conocimientos integrados y sistémicos, acerca de lo regional, lo nacional y lo internacional. 

 ¿En qué consistió su presentación académica sobre proyectos vitivinícolas? 

Mi conferencia de incorporación a la Academia fue en abril del 2023, donde desarrollé el tema "El Proyecto de Bodegas Vitivinícolas desde la perspectiva del Paisaje Cultural", una temática representativa de nuestra región y que sirve de inspiración y referencia para otros territorios del país donde se está desarrollando la vitivinicultura. Mendoza lidera esta actividad en todo sentido: productivo, comercial y cultural; y es importante difundir y compartir conceptos, conocimientos y experiencias. 

¿Cómo es abordar los proyectos de bodegas vitivinícolas desde la perspectiva del paisaje cultural? 

Un proyecto de bodega tiene en primer lugar un objetivo funcional que es resolver la organización de los espacios relativos al proceso de elaboración del vino y definir su edilicia. Pero esta base conceptual primaria hoy no resulta suficiente si se quiere insertar a la bodega en el sistema de experiencias enoturísticas, que caracterizan al mundo del vino. Actualmente, todos los establecimientos vitivinícolas se interesan en recibir visitantes, para lo cual hay que introducir en los proyectos objetivos comunicacionales con la intención de expresar la identidad de las marcas empresariales y regionales. La elaboración de vinos de calidad tiene una finalidad última: llegar al consumidor y ser reconocido, aceptado, valorado y posicionado. Para esto, se utilizan estrategias de comunicación que se suman a la calidad intrínseca del producto, como los envases, etiquetas, el packaging, la publicidad, el marketing y la planificación de experiencias directas que puedan estimular ese reconocimiento y valoración. En ese sentido, la arquitectura tiene un gran protagonismo, brinda experiencias integrales, creando espacios propicios donde se luzcan conjuntamente todos estos factores. 

 ¿Cómo se debería entender el significado de paisaje desde la arquitectura? 

Las comunidades que habitan un territorio van realizando determinadas actividades a partir de las condicionantes, oportunidades, desafíos o problemas que les presenta el medio, en un proceso de  mutua adaptación, que va formando un paisaje simbiótico, un paisaje cultural. Así, se van forjando los usos y costumbres del lugar, que se traspasan de generación en generación como tradiciones y van dejando su impronta en el paisaje de cada época. En el caso específico de la vitivinicultura en las áridas planicies andinas, sus habitantes hemos desarrollado la milenaria cultura del riego por acequias, que es un patrimonio material y también inmaterial en cuanto a los intangibles relacionados (modos de hacer, sistemas de ordenamiento jurídico, principios rectores, celebraciones y fiestas, folclore, valorizaciones en el arte, entre otros). Así se constituye un paisaje cultural, que integra la vida de la comunidad multigeneracional en una amplia dimensión del espacio y el tiempo. Hay que entender que el paisaje cultural es una entidad viva y dinámica dentro de la cual transcurre nuestra vida en común. Nos expone, nos revela y nos explica causas y consecuencias relativas a nuestro hacer, por eso hoy es considerado como un valioso recurso patrimonial. 

Mendoza es reconocida por la arquitectura de sus bodegas, de la mano del estudio Bórmida Yanzón. ¿Cuántas obras de bodegas han construido en la provincia y el país? 

Nuestro estudio trabaja en arquitectura de bodegas desde mediados de los años ochenta y con total inmersión en el tema, proyectual y teórico, desde fines de los noventa. Son cerca de cuarenta obras y consultorías que hemos desarrollado en el país y afuera. También es importante la difusión del tema mediante conferencias, publicaciones, viajes y recepción de grupos para realizar visitas especializadas. Sin duda el tema es trascendente. 

A partir de su reconocimiento, ¿cómo se podría potenciar que más arquitectos y estudios de Mendoza trabajen para el exterior? 

En la provincia, hay suficiente formación disciplinar en arquitectura de bodegas desde la academia, de grado y de posgrado, y también la importante experiencia de la mano de buenos estudios profesionales, lo cual abre caminos interesantes para el ejercicio dentro y fuera del país. Eso exigiría mayor promoción de saberes y de obras. Los nuevos conceptos en bodegas vitivinícolas forman un tema novedoso de arquitectura en todo el mundo y se requiere especialización interdisciplinaria. El tema es netamente interdisciplinar. La arquitectura de bodegas hoy se enmarca dentro de la arquitectura del paisaje, que no es sólo resolver espacios funcionales del vino, sino insertarse en la cultura del lugar y constituir una experiencia integral. Esto también implica modalidades específicas a desarrollar dentro del proceso proyectual, que se relacionan con la fenomenología, prestando atención a los estímulos multisensoriales de diversas escalas. Y en términos más amplios, con todo lo relativo a la percepción directa de las obras por parte de usuarios y visitantes.  

 Su trayectoria 

 No necesita una gran carta de presentación, dada su inmensa trayectoria. Prácticamente es una embajadora para los mendocinos y reconocida, no sólo a nivel nacional sino también internacional. Eliana Bórmida, arquitecta mendocina, cotitular del estudio Bórmida y Yanzón, con sede en Mendoza, Argentina, especializado en bodegas vitivinícolas. El estudio ha construido desde 1988 a la fecha más de 30 bodegas y varias han recibido premios. En 2012, recibió el Premio Konex de Arquitectura. La experiencia de Bórmida viene de la práctica profesional y también de la docencia y la investigación universitarias. Es Profesora Emérita de la Universidad de Mendoza desde 2011, donde fue profesora titular de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo (1973-2005) y fundadora y directora del Instituto de Cultura Arquitectónica y Urbana. 

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