Más comodidad y menos estrés: mirá cómo la arquitectura biofílica mejora los ambientes
Fomentar el bienestar y conectar con la naturaleza son los dos objetivos centrales de la arquitectura y el diseño biofílico, una tendencia que crece y toma fuerza en tiempos donde las personas buscan volver a su esencia.
Tal como indica el término biofilia, amor a las cosas vivientes (griego antiguo), esta corriente integra materiales de la naturaleza con el entorno. Por eso, se usan elementos como árboles, plantas, luz natural y otros componentes que permiten optimizar la salud y el equilibrio de quienes habitan casa, edificios o trabajan en oficinas por largas horas.
El psicólogo Erich Fromm fue el primero en utilizarla, en 1964, y más tarde la popularizó el biólogo Edward O. Wilson, en los 80 's, cuando percibió que la urbanización cada vez más presente, comenzaba a generar una profunda desconexión de la sociedad con la naturaleza.
Entonces, el diseño y la arquitectura biofílica apuntan a construir lugares que incrementen la felicidad, la comodidad y la productividad de las personas a través de la fusión de edificios y el ambiente que lo rodea.
A diferencia del ecodiseño, el diseño biofílico se enfoca en la sensación y efecto que tienen las instalaciones en los usuarios, más que en la eficiencia energética o en la construcción de casas sustentables.
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Elementos principales de la arquitectura biofílica
Fusión con la naturaleza
Al utilizar elementos naturales como plantas, agua, piedras o rocas y árboles, se crea una conexión visual y sensorial entre interior y exterior.
La meta de estos diseños es generar estímulos en los sentidos mediante olores, gustos y sonidos que producen los mismos elementos de la naturaleza.
Por ejemplo, las oficinas de trabajo se ubican junto a grandes ventanas con vista a montañas, parques, agua o cielo. Mientras que en los espacios cerrados predomina el uso de jardines verticales o plantas, fuentes o cascadas.
Además, es fundamental que haya contacto con el aire fresco, ya sea con ventanales o terrazas.
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Materiales naturales
Algunos de los materiales más comunes en la arquitectura biofílica es la madera, el bambú, la piedra, rocas, lana, en general de colores naturales. En definitiva, aquellos que tengan el mismo efecto en el ser humano que el que produce su entorno.
Más luz natural
La luz natural es una de las principales protagonistas de los diseños biofílicos. De hecho, grandes ventanas, tragaluces y hasta espejos, que incrementan la iluminación solar ayudan a crear la conexión con el "afuera".
Sonidos y aromas que relajan
También se pueden incorporar determinados aromas y sonidos naturales para que la experiencia sensorial sea más efectiva. Plantas aromáticas, flores, el ruido del agua de una cascada o una fuente pueden contribuir a ese objetivo.
Texturas naturales
La utilización de texturas naturales en el piso, el mobiliario y las paredes buscan que las personas que habitan el espacio se sientan más cómodas y en un lugar cálido.
Las ventajas de la arquitectura biofílica
Menos estrés y mejor estado de ánimo
Como muchos estudios científicos indican, la conexión de los seres humanos con la naturaleza reduce la ansiedad y el estrés, a la vez que mejora notablemente el estado de ánimo y da una sensación de bienestar.
Incrementa la concentración y creatividad
Gracias a este bienestar, los diseños biofílicos permiten mejorar la concentración, la creatividad, la productividad y la innovación de quienes ocupan los ambientes.
Es positivo para la salud
Por otro lado, la salud recibe un impacto más que positivo porque estos espacios vinculados con la naturaleza y sus beneficios pueden ayudar a disminuir la presión arterial, mejorar la calidad del aire que se respira y conseguir que el sueño sea más placentero al final de un día con menos estrés.
Ejemplos de arquitectura biofílica
Algunos ejemplos de la arquitectura biofílica se pueden ver en edificios de oficinas con jardines verticales, que incorporan plantas en paredes de los ambientes interiores para crear entornos más relajantes y naturales.
Las escuelas que cuentan con aulas con ventanas grandes con vista a un exterior verde para que los estudiantes incrementen la concentración y el rendimiento también son de este estilo. Lo mismo que los hospitales que tienen jardines terapéuticos.
Finalmente, las viviendas, departamentos y demás estructuras que usan materiales naturales, como madera, roca, plantas, piedra, entre otros, fomentan la creación de ambientes más acogedores, cálidos y reconfortantes.