Los arcos, funcionalidad y distinción arquitectónica

Estos elementos tienen un rol fundamental en la construcción y su estructura, pero también aportan elegancia, tanto en interiores como en exteriores

Los arcos son fundamentales en toda obra desde el punto de vista estructural, sin embargo, su función desde el punto de vista decorativo y estético fue adquiriendo valor a través del tiempo y se erigieron como elementos arquitectónicos de gran importancia.

Desde la distribución eficiente del peso hasta el aporte visual que les da a las construcciones, la arquitectura con arcos combina practicidad y elegancia, lo que se puede ver en la cultura moderna, pero también en la gótica y romana.

Ciertamente, el origen de la utilización de los arcos en la arquitectura data del año 2000 antes de Cristo, cuando los romanos afianzaron el arco como elemento de ingeniería. Edificios públicos, puentes, acueductos y hasta el mismísimo Coliseo de Roma reflejan su uso.

Además, se transformó en una representación de las victorias militares de esa época, por lo que en la actualidad hay un vasto abanico de arcos conmemorativos.

Seguí leyendo: Arquitectura de la realeza: cinco destinos detrás de la quinta temporada de una esperada serie

Por qué son funcionales los arcos

Distribuyen el peso. Los arcos cumplen con la misión de transferir el peso de la estructura hacia los apoyos laterales y se evita, de esta forma, el uso de columnas en la parte central de los espacios grandes.

Espacios abiertos. La creación de amplias aberturas en techos y muros posibilitan que haya espacios más luminosos y amplios.

Mayor estética. Gracias a su formas elegantes y curvadas, los arcos le dan un particular aporte de elegancia y distinción a las construcciones.

Versatilidad. Se trata de elementos adaptables a distintas obras, tanto en interiores (casas, edificios, bodegas) como en exteriores (puentes y acueductos). Facilitan la división de espacios y permiten delimitar áreas y transmitir efecto de profundidad.

El uso de los arcos como estructura

Gracias al uso de los arcos y su capacidad estructural desde las civilizaciones iniciales hasta la actualidad, monumentales estructuras se mantienen en pie y son testimonio de un elemento valioso en la ingeniería, la arquitectura y el diseño.

En ingeniería, por ejemplo, los arcos son considerados por sobre las vigas y dinteles, ya que tienen la capacidad de ensamblarse con menos material y permiten contener aberturas más amplias.

Arquitectura con arcos: 4 obras emblemáticas

Se trata de uno de los ejemplos más emblemáticos de la arquitectura romana. En esta construcción del siglo I, también conocida como Anfiteatro Flavio, los arcos soportan la estructura y permiten la distribución de cargas, a la vez que aportan una imponente estética y elegancia que continúa deslumbrando a personas de todo el mundo.

El diseño de este histórico monumento, uno de los más importantes y más famosos de la tierra, construido entre 1806 y 1836 por orden de Napoleón Bonaparte, está basado en arcos romanos que buscan transmitir la grandeza y poder de París, la capital francesa. Es una alegoría de la victoria y un homenaje a los soldados caídos en la batalla de Austerlitz.

De hecho, en esa contienda, el líder militar y político, les había prometido a sus hombres "Volvereís a casa bajo arcos triunfales".

  • La Mezquita de Córdoba (España)

En su interior se puede ver una llamativa repetición de arcos de herradura de dos colores que le dan un efecto visual muy particular. A través de este diseño se transmite la influencia islámica en la arquitectura andaluza y, por supuesto, se fortalece la estructura de la construcción.

  • La Catedral de Notre Dame (Francia)

Finalmente, uno de los símbolos de la arquitectura gótica, cuenta con arcos ojivales que posibilitaron la construcción de muros altos y grandes ventanales con vitrales. Este diseño da a la catedral Nuestra Señora, de París, un efecto de verticalidad y ligereza.



Esta nota habla de: