Feng Shui: cómo alcanzar el equilibrio y la armonía en el hogar

La milenaria práctica oriental trae consejos clave para hacer de casa un espacio para alcanzar la serenidad, salud y vitalidad

Encontrar calma y armonía en casa, convertir el hogar en un refugio de la rutina y la vorágine diaria es clave para alcanzar una vida de calidad, con salud física y mental, tanto a nivel individual como familiar.

El feng shui es la disciplina milenaria de origen chino que tiene ese objetivo: equilibrar, ordenar y armonizar energéticamente los ambientes para mejorar cómo habitan las personas sus espacios.

De hecho, fue la escritora Jan Morris quien aseguró que "cuando los chinos construyen una casa, consultan los preceptos de una ciencia ancestral, el feng shui, que les dice cómo, cuándo y dónde debe hacerse el trabajo para así atraer a la buena fortuna al hogar para siempre".

Con una frase, la historiadora galesa resumió claramente la esencia de esta práctica: cada rincón de casa se puede convertir en una fuente de bienestar si es diseñado y cuidado de manera consciente.

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La energía en casa empieza con vos

El feng shui tiene como premisa que los espacios que se habitan reflejan la energía interna de las personas. Por eso, lo primero es reconocer que quienes viven en casa son protagonistas de su propio equilibrio.

Esta perspectiva, que trasciende la elección de colores o muebles, invita a hacerse cargo de los que proyecta cada uno y también acerca de cómo se construye un entorno que potencie su mejor versión.

Así lo señaló el autor Stefan Emunds, quien dijo: "Recordá siempre que el factor más fuerte de tu FengShui sos vos mismo".

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Consejos prácticos para armonizar la casa

1. La entrada, una carta de presentación

La puerta principal es el punto por donde entra la energía. El tip es mantenerla despejada, con buena iluminación y limpia. Un felpudo o alfombra en buen estado y una planta a cada lado permiten dar la bienvenida a la abundancia.

2. La limpieza y el orden

Una habitación desordenada bloquea la energía vital o chi. Entonces, antes de cambiar colores o muebles es fundamental liberar lo que no se usa. El desapego material es uno de los pilares del feng shui.

3. Aprovechar la luz natural

Sacar el máximo provecho de la luz solar, como fuente de vitalidad, genera equilibrio y calidez. Sumar velas o lámparas de pie también ayuda a alcanzar esa meta.

4. Colores que se adecúen a la energía buscada

- Verdes y azules inspiran frescura y crecimiento.

- Los tonos suaves, como pasteles o beige, transmiten serenidad.

- Rojos y naranjas "contagian" vitalidad, aunque se aconseja usarlos solo en detalles para evitar la saturación.

5. Muebles ubicados estratégicamente

Colocar la cama en un punto de control: que deje ver la puerta, pero no alineada frente a ella. Al igual que el escritorio, que debe ubicarse para favorecer la concentración y seguridad.

6. Plantas para activar el chi

Las plantas purifican el aire y transmiten sensación de vitalidad. En ese sentido, se recomienda optar por especies de hojas suaves o redondeadas, como el potus o la sansevieria. Mientras que se deben evitar los cactus en espacios de descanso.

7. El equilibrio de los elementos como clave

El feng shui se apoya en cinco elementos: agua, fuego, tierra, metal y madera. La idea es que tengan presencia de una forma equilibrada. Por ejemplo, el fuego en una vela, la tierra en un adorno de cerámica, la madera en una planta, el metal en un marco o el agua en un espejo.

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El hogar como espejo del bienestar interno

Lejos de imponer normas rígidas, el feng shui busca ofrecer un camino hacia la armonía. Poner en práctica sus principios ayuda a sentir más calma, equilibrio y vitalidad en casa. La decoración, más allá de la estética, también es movimiento, energía y hace del hogar un lugar de disfrute y relax.

Como consecuencia, y como recuerda la tradición oriental, cada espacio y cada objeto tienen un propósito. Y, armonizar el lugar donde vivimos es armonizar la vida misma: abrir la puerta a un entorno que refleje quién es cada uno y hacia dónde quiere ir.