La arquitectura vertical: optimización de espacios y sustentabilidad como premisas
En la búsqueda de aprovechar al máximo los espacios, la arquitectura vertical toma protagonismo, especialmente en las zonas urbanas. A través del diseño y construcción de altos edificios, los profesionales buscan dar respuestas al crecimiento de la población y a los desafíos ambientales.
De esta forma, los rascacielos, complejos residenciales, edificios de oficinas y hasta gubernamentales se agrandan hacia arriba, en lugar de hacerlo hacia los costados (horizontalmente).
Además de la optimización del espacio, la arquitectura vertical busca aportar al cuidado del planeta, ya que al expandirse hacia arriba reduce la pérdida de espacios verdes, parques, plazas y demás lugares con vegetación que mitiga la emisión de gases de efecto invernadero.
La innovación en los materiales, en el diseño y en los sistemas de construcción tiene como objetivo respaldar la eficiencia, sostenibilidad y seguridad de las estructuras.
Siguiendo esa línea, la proyección de ciudades sostenibles mediante la arquitectura vertical permite que las personas accedan a lugares, espacios verdes, comercios, locales gastronómicos y actividades sociales, deportivas y de ocio comunes.
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Dos emblemas de la arquitectura vertical
Un ejemplo de ello es el Bosco Verticale, de Milán (Italia), que la Revista Área Tres abordó en detalle en uno de sus artículos. En resumen, es un complejo de dos rascacielos residenciales, uno de 110 metros de altura y otro de 76 metros.
Este bosque es también la muestra de la búsqueda de la conexión con la naturaleza, ya que tiene 800 árboles, 20 mil plantas de cien especies, ubicadas de acuerdo a la luz solar que reciben, y 4500 arbustos.
Otro de los edificios que es testimonio de la arquitectura vertical es el Empire State Building, rascacielos emblema de Nueva York que, con estilo art déco en su diseño, supo ser el más alto del mundo al momento de su construcción, entre 1930 y 1931.
Grandes edificios de oficinas y viviendas, torres de departamentos, vallas publicitarias y puentes elevadores se suman a los ejemplos de la arquitectura vertical a la que echan mano ingenieros, arquitectos y diseñadores ante el cada vez más escaso espacio.
Los rascacielos, gracias a la tecnología de vanguardia, ofrecen formas, tamaños y estilos únicos que los distinguen del resto y permiten "hacer mucho" con poco espacio.
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La arquitectura vertical, una tendencia en las ciudades modernas
A causa del crecimiento de la población en las grandes ciudades y necesidad de viviendas que respondan a esa demanda de manera sostenible, la arquitectura vertical es una tendencia en alza.
Entonces, con ciudades cada vez más habitadas y menos disponibilidad de terrenos, la verticalización se transforma en una solución viable, que también fomenta la incorporación de vegetación, granjas y jardines en centros urbanos.
Aunque existe un debate y diversas opiniones entre urbanistas y arquitectos acerca de este estilo, muchos proyectos apelan a la arquitectura vertical con el argumento de incrementar el verde en las ciudades.
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¿La respuesta? La dará el tiempo, pero lo cierto es que ciudades altamente pobladas como Nueva York y Tokio, entre otras, han proliferado techos verdes y granjas o huertos verticales para optimizar los espacios y fomentar la seguridad alimentaria.
Asimismo, las ventajas de colocar distintas especies de plantas, vegetales o árboles en los ambientes interiores de los edificios, construcciones como el Bosco Verticale italiano se luce por mostrar una cambiante gama de follaje, de acuerdo a las estaciones. Un aporte a la estética e identidad de este particular edificio.