Un recorrido por la arquitectura futurista: vanguardia y diseño con sello propio
La arquitectura futurista hizo su aparición a mediados del siglo XX. Italia fue el escenario para el nacimiento de esta corriente, marcada por una impronta de innovación tecnológica, la utilización de líneas dinámicas para dar sensación de velocidad, urgencia y movimiento.
Además de aprovechar las ventajas de la ciencia, la arquitectura futurista incorporó un cromatismo exacerbado y una idea anti-historicista.
El poeta Filippo Tommaso Marinetti fue quien dio los primeros pasos de este estilo y asentó los cimientos de un movimiento, que luego fue adoptado por artistas, músicos, escritores y arquitectos.
De hecho, el referente italiano aseguraba que la tecnología podía ser más hermosa que el arte y se encargó de plasmar sus ideas en el Manifiesto Futurista, en 1909. Luego de su publicación, el futurismo se consolidó como una corriente vanguardista, que más tarde les dio paso a otras durante los inicios del siglo XX.
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Durante la posguerra, el futurismo tuvo un declive notable. Sin embargo, la "revancha" y un nuevo auge llegó en la denominada Era espacial, aproximadamente entre 1955 y 1975, periodo en el que Estados Unidos y la Unión Soviética se embarcaron en una competencia por la conquista del espacio.
En el contexto de un nuevo nacimiento de la fe en la tecnología, el crecimiento cultural y económico, fulgor industrial y la curiosidad por los nuevos materiales, un nuevo panorama para la arquitectura.
Principalmente en las décadas de 1960 y 1970, la ingeniería y arte se fusionaron e, impulsadas por los avances tecnológicos, le dieron origen a la arquitectura futurista, una arquitectura con vestigios de ciencia ficción.
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El manifiesto de la arquitectura futurista
Entre los arquitectos, el italiano Antonio Sant'Elia fue justamente quien escribió el Manifiesto de la arquitectura futurista, publicado en la revista Lacerba el 10 de agosto de 1914.
Allí, este arquitecto y urbanista definió a la arquitectura futurista como "la arquitectura del cálculo, de la audacia temeraria y de la sencillez; la arquitectura del hormigón armado, del hierro, del cristal, del cartón, de la fibra textil y de todos los sustitutos de la madera, de la piedra y del ladrillo, que permiten obtener la máxima elasticidad y ligereza".
Obras emblemáticas de la arquitectura futurista
Casa H3, en Atenas, Grecia (314 Archuiecture Studio)
Construida en 2012, el diseño de esta casa usó el agua como elemento inspirador. El objetivo de los hacedores de esta obra fue crear un ambiente ergonómico y lujoso, incorporando una estética minimalista y líneas limpias.
También fusionó los materiales más tecnológicos con los sistemas tradicionales que caracterizan a la arquitectura bioclimática, ya que permite que la luz solar les dé calor a los espacios fríos en invierno y, en verano, la ventilación refresca los ambientes expulsando el aire caliente.
Por otro lado, el agua de los estanques artificiales que rodean la casa y la piscina son de un pozo y para el riego la fuente es un tanque que recolecta agua de lluvia. Finalmente, el H3 se construyó con materiales ecológicos y el agua de los lagos y de la piscina.
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Casa Dupli, en Marbach, Alemania (J. Mayer H. Arquitectos)
En esta casa, se unen la arquitectura orgánica y el futurismo. Asentada sobre una construcción de 1984, el arquitecto Jürgen Mayer se encargó de darle una nueva forma y un mejor uso, redistribuyendo los espacios interiores.
Así, en esta renovada propuesta, los ambientes abiertos al exterior permiten que el aire circule con facilidad. Y el color blanco junto a la utilización de vidrio realzan la iluminación natural, como una marca registrada.
Respecto a la forma, sus líneas curvas caracterizan la obra de Mayer, conectan el interior con el exterior y le dan una vista privilegiada al paisaje que lo rodea, en Marbach.
Casa Son Vida, en Mallorca, España (Tec Architecture)
Se trata de una villa de lujo ubicada en la región de Mallorca, España, que destaca por sus superficies curvas, que se pueden ver tanto hacia el exterior como el interior.
Asimismo, la utilización del vidrio azul tintado en las ventanas, emula los juegos de luz y las formas que se producen en los icebergs. La decoración interior, a cargo de Marcel Wanders, combina la modernidad con lo clásico a través de muebles de vivos colores vivos con los paramentos blancos.
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