Victor Gullo: El impulso de las nuevas generaciones

Mauricio y Mariano su suman a Víctor José Gullo hijo en en empresa familiar con 40 años de experiencia en la venta de materiales para la construcción.

Sus planes.Junto a sus hermanos Mauricio de 21 años y Mariano de 20, Víctor José Gullo (hijo) de 27 conforman la segunda generación de una pyme que nació hace 40 años del sueño de un inmigrante siciliano y que hoy apuesta a la experiencia de una marca y la innovación para superar la crisis actual.

Desde la muerte de su madre, Víctor estrechó la relación con sus hermanos y su padre e hizo de la empresa familiar su hogar. Después de haber recorrido varios países e intercambiado opiniones y conceptos con otros jóvenes empresarios, apuesta a reconvertir el negocio de la construcción vinculando a arquitectos, diseñadores, fabricantes y compradores en una relación de mutuo intercambio.

A continuación, el joven encargado de la parte comercial de la empresa comenta a Área Tres cómo ve al país y cómo espera que evolucione el sector de la construcción en el futuro próximo.

¿Cómo ves la situación actual de la construcción?

La obra privada está completamente parada y lo único que mantiene vivo el sector es el Plan Procrear, que es sin dudas el mejor préstamo hipotecario lanzado por un gobierno en mucho tiempo. Si bien nosotros trabajamos de manera articulada con el Gobierno a través de los Precios Cuidados, vemos que el poder adquisitivo de los consumidores es cada vez más reducido por el efecto de la inflación. Se le hace muy difícil concretar su sueño porque no llega con los costos y tiene que dejar un poco de lado el diseño, para concentrarse en comprar “lo que alcance”.
¿Cómo se sale adelante cuando dos generaciones dirigen la empresa?

-En las pymes siempre te vivís pisando. Somos “todólogos” y no hay límites bien definidos. Este tipo de empresas son muy difíciles de llevar porque se mezclan el parentesco, las emociones y el ritmo normal de una organización. Igual nosotros nos repartimos las tareas. Por un lado mi padre se encarga de la logística y las compras, mientras yo me enfoco en la parte comercial.

¿Siempre quisiste ocupar un lugar en esta empresa?

Como toda pyme que fue concebida con mucho esfuerzo, desde chiquito me trajeron a la empresa para que la conociera por dentro, viera cómo se trabaja, cómo está conformada, etc. Yo nunca ejercí propiamente como contador, porque me parece un trabajo demasiado monótono comparado con el dinamismo del comercio.

¿Cómo fueron los primeros pasos?

Cuando sos más chico siempre te debatís entre “estudiar o trabajar”. No obstante, yo opté por hacer ambas y eso facilitó el camino. Siempre me interesó la venta y algunas concepciones a este respecto me trajeron confrontaciones con mi papá, que no solo me lleva 40 años de diferencia, sino que tiene otra forma de ver las cosas, construida en base a sus experiencias.

¿Discuten con su padre las políticas de la empresa?

Lo hacemos todos los días. A veces él no está de acuerdo con todo lo que propongo, pero no por eso deja de apoyarme y alentarme. Si bien tiene confianza en nosotros, no hay que dejar de tener en cuenta que se trata de un hombre mayor, un siciliano que desde la extrema pobreza fundó un negocio sólido.

¿Qué orientación quieren darle a futuro?

Con mis hermanos nos hemos dispuesto que el negocio crezca en los planos cualitativo y cuantitativo dentro de Cuyo. A este plan le queremos sumar una visión mucho más humana, a través de la implementación de una política de responsabilidad social empresaria. Pretendemos que cuando la empresa crezca, no se limite al patrimonio neto sino también a todas las personas que la integran, partiendo por los colaboradores, proveedores y los mismos clientes.
¿Planean extenderse?

La empresa está constituida por dos sucursales: una sede central ubicada en Guaymallén y una segunda en Ciudad, ambas poseen depósito, aunque el primero es el principal. Nuestra idea es poder sumar nuevas sucursales en otras provincias de Cuyo, pero el momento coyuntural no ayuda. El costo operativo se ha hecho más alto por la inflación, la presión gremial, la carga tributaria, etc.

¿Qué deben cambiar para adaptarse al mercado?

Queremos una revolución en la forma de entender las ventas en el mercado de la construcción. Quiero que la gente viva una experiencia de compra, justo en un ramo que es muy sensible para las personas, por tratarse de construir el lugar donde pasan la mayor parte de su vida: su casa.

¿Cuál es el camino que piensan seguir?

Usamos redes sociales, les damos mayores beneficios a los clientes, pero también a los arquitectos, diseñadores y otros profesionales de la construcción. El objetivo es trascender la simple transacción de compra y venta y que se forme una relación entre las partes.

¿Cómo lo pueden lograr?

Para eso vamos a lanzar próximamente un shopping de la construcción, un predio que reemplace el viejo concepto fragmentado de compra de materiales y avance hacia el concepto de un espacio donde todos puedan encontrar la oferta completa, que parte desde el asesoramiento de arquitectos y diseñadores, hasta la compra de materiales. La idea es que cada persona encuentre todo lo que busque en un solo día, sin salir del predio.