Sector con mejoras pero lentas

Las expectativas post elecciones del Real Estate a nivel pais no fueron colmadas por ahora. Lo que se espera desde el sector para 2017.









En forma individual o en conjunto, públicamente o en forma reservada, los desarrolladores inmobiliarios ponen de manifiesto que se va demasiado lento con la instrumentación de proyectos y medidas que realmente incentiven el inicio de nuevos proyectos ya no solo pensando en el casi extinto 2016 sino de cara al 2017 que ya golpea a la puertas.


Este incipiente desaliento no se convirtió en desazón aún ya que se abriga la esperanza que pasados los meses de verano del año entrante las promesas e iniciativas estén definitivamente plasmadas en acciones y se destraben las complicaciones existentes para poner en marcha el motor de la construcción privada, que si bien puso primera, lo está haciendo aun con freno de mano y sin avanzar de marcha.


Las quejas por las complicaciones en registraciones, aprobaciones, controles y finales de obra por parte de los profesionales que invierten dinero y conocimiento en los distintos municipios del país. Algunos inversores y/o desarrolladores opinan incluso ante tanta complicación que los mejor sería migrar sus inversiones hacia municipios menos problemáticos y más ejecutivos.


Del otro lado se observa que los nuevos funcionarios de las distintas áreas de gobierno abren las puertas de sus despachos para explicar lo que están llevando adelante y las mejoras logradas. Es una postura valorable y vale también reconocer que dentro de muchas estructuras del Estado se debe vencer una inercia y hasta anomia de funcionamiento que es difícil revertir dentro de determinados estamentos del personal de planta y que aparece como excusa valida a la hora de dar explicaciones.


Pero la realidad es que por ahora la rapidez y efectividad de la acción no es el rasgo característico de los segmentos medios de funcionarios que tienen que instrumentar los cambios micro para que la actividad logre dinamismo. Con respecto a este tema durante este año se pudo observar demasiada cautela y precaución a la hora de la toma de decisiones y su puesta en marcha.


El caso del crédito hipotecario es otro ejemplo; la voluntad política esta, se puso de manifiesto al instrumentar las unidades ajustables UVI y UVA, pero estaría faltando el incentivo o empujón necesario para que los bancos promocionen, y se vuelquen decididamente a destinar recursos, tomar depósitos y otorgar créditos de forma masiva; aunque también hay que admitir que las promesas para destinar fondos a estas líneas en 2017 son muy prometedoras y el usuario empezó a entender el beneficio de una cuota más accesible con estas líneas que nacieron con tan mala difusión en los medios masivos.


En este sentido precisamente quien sí asumió un rol más activo fue el Banco Nación a pesar de haber elegido una vía alternativa al UVI/UVA, solo posible con la caja de un banco estatal y que por otra parte no colaboró realmente a un mensaje claro y unificador sobre el tema de cara a la sociedad.


Seguramente los primeros 6 meses del 2017 habrá gente consultando por la compra inmuebles, pero sin apuro. Quienes hayan blanqueado dinero por estos días tienen la opción de comprar una propiedad, aunque no deja de ser una opción más que atraerá compradores tan sólo si es atractiva y se difunde de la forma adecuada. Quienes están en este negocio deberán resignar parte de sus vacaciones, ya que en 2017 el primer semestre será la “temporada alta”. Fuente: Reporte Inmobiliario.

¿Cómo viene la actividad?

Insumos.  Entre septiembre de 2015 y septiembre de 2016 los despachos de los principales insumos de la construcción descendieron, la mayoría a un ritmo superior al 10% interanual, según datos del Indec. Las excepciones fueron asfalto y placas de yeso, los cuales disminuyeron 3,2% y 5,1% anual, en términos respectivos. En un escenario recesivo como el que viene atravesando el sector de la construcción a nivel nacional, un factor explicativo importante de la aceleración de la caída observada durante el noveno mes del año fue la elevada base de comparación que estableció septiembre de 2015 (mes previo a las elecciones), uno de los meses de mayor actividad dentro del mejor año de la historia para el sector.

Indicador sintético. El Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC), que mensualmente mide el Indec, retrocedió 13,1% interanual en septiembre pasado, manteniéndose la caída acumulada en lo que va del año en 12,8% interanual.









$1.000 millones en hipotecarios con UVAs

Desde su lanzamiento en abril pasado, el sistema financiero argentino ya desembolsó $1.000 millones en préstamos hipotecarios actualizados por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA). Según los registros del Banco Central de la República Argentina (BCRA), cada día se otorgan entre 15 y 20 millones de pesos utilizando esta herramienta crediticia para acceder a la vivienda.

Estas cifras se refieren únicamente a los préstamos ya pagados. Varios bancos han difundido montos muy superiores en operaciones aprobadas pero aún en vías de concreción, lo que da señales de una demanda creciente.

Los bancos que ofrecen estos préstamos, con plazos de hasta 20 años y tasas a partir del 3,5% anual, ya son doce: BBVA Francés, Ciudad, Credicoop, Galicia, Hipotecario, Itaú, Macro, Patagonia, Provincia de Buenos Aires, Santander Rio, Supervielle y Tucumán.

Los créditos para la vivienda actualizados por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) tienen como principal ventaja la facilidad de acceso, ya que la cuota es similar al valor de un alquiler y siempre se mantiene como una porción estable de los ingresos. Un préstamo de $1.500.000 a 15 años en UVAs tiene una cuota inicial aproximada de $8.000; en un crédito hipotecario convencional por el mismo monto, la cuota llega a $20.000.

La UVA es una unidad de cuenta que se ajusta diariamente con el Índice de Precios al Consumidor. Su valor correspondiente a noviembre es de $16,70. La UVA es especialmente útil para contratos financieros de largo plazo, porque asegura a deudores y acreedores un valor real cierto para pagos futuros, eliminando el riesgo que tendrían sobre los contratos inflaciones o desinflaciones inesperadas.














Asimismo, la UVA no es un instrumento orientado solamente al crédito sino también al ahorro. En ese sentido, los bancos ya captaron depósitos a plazo fijo en UVAs por $380 millones. El ahorro en UVAs permite proteger los depósitos de la inflación, asegurando una tasa real positiva para el ahorrista. Los depósitos en UVAs tienen además un funcionamiento muy simple, similar al de un plazo fijo convencional pero con un rendimiento ajustado por la inflación y un plazo mínimo de 180 días.