IMPSA apuesta fuerte en Mendoza

Con un potencial acuerdo con sus principales acreedores, se asoció a EMESA para llevar a cabo el parque eólico El Sosneado, en el sur provincial. Un proyecto ambicioso.  

Por Cecilia Zabala



 



Tras años de crisis, incertidumbre,
despidos y un default de por medio, una de las empresas mendocinas más
importantes da señales de fuerte reactivación y apuesta por los desarrollos
energéticos renovables en su propia tierra, luego de haber exportado tecnología
a distintas partes del mundo. IMPSA podría convertirse en uno de los
principales socios de la Empresa Mendocina de Energía S.A. (EMESA) para
megaproyectos enmarcados en el plan nacional de energías sustentables lanzados
por el Gobierno Nacional. En este caso, apostando a la energía eólica.



IMPSA es una de las 13 empresas que
se asoció en diferentes proyectos con EMESA y que esperan los resultados de la
licitación del plan nacional RenovAr para proveer de energía al Mercado
Eléctrico Mayorista a partir de fuentes renovables. 



Los ganadores de la licitación de la
que participaron todas las provincias con 123 propuestas se conocerán a
mediados de octubre y hay fuerte expectativa sobre los proyectos eólicos,
solares e hidroeléctricos que ofertó Mendoza. Todos los proyectos que Mendoza
elevó a la Nación pasaron el análisis técnico de factibilidad, aunque quedaron
relegados en cuanto a oferta de precios de la energía.



Precisamente, con IMPSA se apuesta al
parque eólico El Sosneado II, que generaría 24 MW de potencia, con la
posibilidad de duplicarse.



La modalidad de trabajo para este
programa lanzado por la Nación, que adoptó Mendoza, fue la asociatividad de
Emesa con distintas empresas. Así, se presentaron proyectos hidroeléctricos,
eólicos y solares, que apuntan a generar 204 megavatios de potencia instalada
renovable sobre un total de 1.000 MW, licitado originalmente por el Gobierno
nacional. 



En el caso del Parque Eólico El
Sosneado II, Emesa se asociaría además con otra firma mendocina de peso: CEOSA.
Mientras que en el Parque Eólico El Sosneado I, la relación de EMESA sería con
SO Energy, en un proyecto de50MW (expandible a 100MW).



En el caso de IMPSA, esta
sociedad con Emesa y CEOSA sería a través de su división Wind, que ya hizo los
estudios de prefactibilidad. 



Sumados los parques 1 y 2 de El
Sosneado, la inversión prevista es de U$S142 millones, informa el Ministerio de
Economía de Mendoza.



En el caso IMPSA y El Sosneado 2, el
proyecto es ambicioso. Para cumplir la generación de 24 MW prevista, se
contempla la instalación de 12 aerogeneradores IMPSA IWP-100.ar de 2.0MW,
tecnología especialmente diseñada por la firma mendocina.



 



Made in Mendoza 

Que IMPSA es ejemplo de innovación permanente no
es una novedad. La firma desarrolla permanentemente tecnología para sus
productos. “En este caso, una parte importante de esa tarea ya viene siendo
llevada a cabo; pero seguimos trabajando hoy para incluir más proveedores
argentinos en nuestra matriz de abastecimiento. El contenido de fabricación
nacional de nuestros aerogeneradores es del 77% y estamos abocados en seguir
incrementando ese número permitiendo que más empresas argentinas se desarrollen
con esta nueva industria”, explicó a Área Tres Jorge Andri, director
comercial de IMPSA.



 



Más empleo

Para el parque eólico El Sosneado II
se proyecta la creación de 250 empleos directos en la etapa de la fabricación y
construcción del parque eólico. Mientras que para el funcionamiento, se
emplearán a 80 personas, entre los trabajos directos e indirectos. 



La industria nacional cuenta con
capacidad para producir 150 aerogeneradores por año a través de las 71 empresas
que componen el clúster eólico, generando empleo calificado para 8.000 puestos
directos y más de 20.000 indirectos.



“Para lograr el desarrollo de nuestra
industria se necesita que el Gobierno brinde ayuda en el financiamiento de los
proyectos con componente nacional mediante líneas de crédito especiales de
largo plazo y con tasas de interés competitivas. Además, como lo han realizado
varios países, dando prioridad en la adjudicación a aquellos proyectos que
tengan mayor porcentaje de componente nacional”, resaltó el director comercial
de IMPSA. 



Tanto IMPSA como EMESA y Mendoza
saben que llevan a la licitación precios de la energía superiores a los que
ofertaron otros proyectos competidores. A lo que apuesta Mendoza es que la
Nación priorice el componente local y la generación de tecnología, empleo y
riqueza en el país antes que beneficiar proyectos extranjeros “llave en mano”.
El resultado se verá en octubre cuando se conozcan los proyectos adjudicados.



 



Luces y sombras del RenovAr

A criterio del representante de
IMPSA, esta iniciativa del Gobierno Nacional para el desarrollo de energías
sustentables es exitosa, aunque sostiene que el escenario es desigual para
firmas nacionales que extranjeras



“En esta primera licitación del plan
RenovAR el Gobierno ha tenido un gran éxito en la cantidad de ofertas
recibidas, que superaron en más de 5 veces la cantidad de MW a ser contratados.
Por lo tanto, desde el punto de vista de las inversiones en energía renovable
ha sido un éxito contundente. Pero lamentablemente consideramos que esto no
será igual de exitoso para la Industria Nacional, porque la gran mayoría de las
ofertas presentadas contarán con aerogeneradores importados”,
sostuvo Jorge Andri, director comercial de IMPSA.



En la apertura de sobres del 30 de
septiembre con las ofertas técnicas, de las 123 ofertas presentadas,
calificaron 105; las cuales se distribuyen de la siguiente forma: 42 para
energía eólica por 2.870 MW, 50 para energía solar por 2.305 MW, 8 por Biomasa
y Biogas por 23 MW y 5 para PAH (Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos) por
11 MW. Los 12 proyectos de Mendoza calificaron y siguen en carrera.



La mayor parte de las ofertas
recibidas quedaron ubicadas por debajo del Precio Máximo de Adjudicación
estipulado por el Ministerio de Energía de la Nación, que son: para la energía
eólica el precio mínimo fue de 49 dólares por megavatio/hora y para la solar de
59 dólares por megavatio/hora. Estos valores son cercanos al promedio
internacional y se ubican muy por debajo de la franja de 120-240 dólares
megavatio/hora adjudicados en los contratos suscriptos hasta diciembre de 2015.



 



“IMPSA opera en forma normal” 

Los últimos años no fueron los
mejores para IMPSA, una empresa que vio decaer su situación financiera,
terminar endeudada y al borde del ocaso. Sin embargo, la crisis que dio sus
primeros signos de alarma en 2014, cuando se produjeron despidos, pudo
reacomodarse y resurgir.



“IMPSA opera en forma normal”,
aseguró su director comercial, Jorge Andri. Ese dato es clave. “La empresa entrega
las obras dentro de los plazos exigidos por los contratos”.



Actualmente, tiene varios proyectos
en ejecución, como los Generadores de Vapor de la Central Nuclear de Embalse,
la Central Hidroeléctrica Colíder en Brasil, los aerogeneradores para el parque
Arauco en La Rioja, entre otros. 



“Luego de una renegociación de
nuestra deuda, hemos logrado un acuerdo con nuestros principales acreedores
para reestructurar los pasivos. Las menores tasas de interés, la extensión de
plazos y períodos de gracia y la reducción en el valor nominal de la deuda
 hacen sostenible tanto  su repago como  la continuidad  y
el aprovechamiento del inmenso potencial de nuestra compañía al dedicar un
monto mucho mayor para las operaciones, nuevos contratos, la expansión de la
capacidad productiva y el desarrollo tecnológico y, lo más importante,
manteniendo la fuente de trabajo de 900 personas en forma directa y 5.000
indirectos principalmente de Pymes”, agregó Andri.



La última buena noticia para IMPSA
fue el acuerdo con sus principales acreedores, como resultado de la
renegociación de sus pasivos. Al documento “Resumen de Términos y
Condiciones para Renegociación Consensuada de Deuda de IMPSA” suscribieron
acreedores que representan el 52% del monto de los pasivos sujetos a
renegociación. 



Ahora se espera que la Justicia
convoque a los acreedores para que expresen su adhesión al acuerdo final. De
este modo se cumple con los requisitos formales que exige la ley para homologar
ante la justicia este acuerdo privado.



“Cumplimentando esta etapa, IMPSA
habrá dado el paso más importante para la renegociación de sus pasivos, luego
de la crisis causada por la falta de institucionalidad de los Gobiernos
anteriores de algunos países de Latinoamérica”, sostiene el comunicado de la firma.



El Acuerdo prioriza la continuidad de la empresa y su capacidad
tecnológica.  La compañía pasará a tener con una nueva deuda de un monto
sostenible, plazos y períodos de gracia extendidos y una tasa de interés
reducida que le asegurará la factibilidad de su repago.  Adicionalmente,
los accionistas actuales han cedido el 65% de su tenencia e incorporado como
socios mayoritarios a los acreedores. Una vez homologado el acuerdo,
participarán en el capital de IMPSA bancos y fondos locales y del exterior, organismos
multilaterales y agencias de crédito de exportación de diversos países del
mundo (ECAs).



Además de mantener los 900 empleos directos y 5.000 indirectos, esta
nueva estructura de capital mejora su competitividad, permitiéndole obtener
nuevos contratos, expandir la capacidad productiva y continuar con su
desarrollo tecnológico. De esta forma, IMPSA vuelve a tener una base sólida
para ejecutar el volumen de obras que tiene y crecer aún más.