El Grupo Pérez Cuesta diversifica sus negocios

A 10 años de la venta del Mendoza Plaza Shopping, están terminando un mega barrio en San Rafael, un hotel en Tupungato, un complejo de dúplex en Chacras y negocios en España.

Por Gabriela Ceppi

Grupo Pérez Cuesta cumplió 65 años de trabajo a través de la empresa y en unos días se conmemoran 50 años de la construcción del primer supermercado mendocino ASA, propiedad de la firma que también levantó Gigante y que por aquellos años era comandada por los padres y abuelos de Jorge y Gonzalo Pérez Cuesta.

Don Ernesto, el Gallego, como le decían los suyos, instaló supermercados ASA en la Alameda y luego, en la década del ‘60, creó Gigante para competir con la cadena norteamericana Minimax. Gigante fue la primera red de hipermercados del país y la boca mendocina se ubicaba en el predio donde hoy se emplaza el Mendoza Plaza Shopping en Guaymallén.

A poco de cumplirse 10 años de que la empresa se desprendiera del centro comercial de Guaymallén, tras 12 años al frente de la firma, los Pérez Cuesta se autocalifican como una “desarrolladora de negocios”. Además de los negocios inmobiliarios, la firma tiene emprendimientos vitivinícolas, agrícolas y hasta de servicios en España.

El empresario le vendió su parte mayoritaria en el mayor centro comercial  de Mendoza a Alto Palermo, controlada por IRSA, en 2004 y desde aquel entonces los negocios de la firma se diversificaron.

Jorge, Gonzalo, Andrés e Ignacio (los dos últimos hijos de Jorge) constituyen la segunda y tercera generación del Grupo Pérez Cuesta que hoy desarrolla negocios en San Rafael, el Valle de Uco, Gran Mendoza e incluso en España. En diálogo con Área Tres revelaron algunos de los proyectos que ejecutan y dan un panorama de lo que avizoran para la Argentina de los próximos años.

Uno de los proyectos que enamora al Grupo Pérez Cuesta es un gran barrio privado cuya construcción ya ingresa en su última etapa. En el cuadrante suroeste de la Ciudad de San Rafael, sobre Deán Funes entre las calles Sauces y Juárez Celman, los hermanos Jorge y Gonzalo Pérez Cuesta terminan la primera etapa del primer barrio privado de ese departamento con 248 lotes, que además tendrá un strip center y propuestas comerciales. El emprendimiento de 26 hectáreas contemplalotes de 400 metros cuadrados cada uno.

La primera etapa comenzó en 2007, luego vino la segunda y este año comenzará la tercera y cuarta etapa del emprendimiento, porque las dos anteriores fueron comercializadas antes de las previsiones de la constructora. Así en 2017 debería estar terminado en su totalidad.

Cortaderas de la Noria es el nombre que se le dio al megaemprendimiento, en el cual ya se han invertido 2 millones de dólares y se espera un porcentaje similar de desembolsos en los próximos dos años. Entre otras cosas, el barrio privado cuenta con circuitos de salud, calles pavimentadas, cierres perimetrales de alta seguridad y todos los servicios fueron emplazados de manera subterránea.

Jorge Pérez Cuesta cuenta que observaron que en San Rafael lo que sobra es tierra y para diferenciarse de otros emprendimientos decidieron apuntar al mayor nivel de desarrollo posible.

“Para competir debimos agregarle valores diferenciales al proyecto y con esto combatimos la sobreoferta”, apunta uno de los hijos de Jorge, Andrés Pérez Cuesta, quien lo acompaña en los emprendimientos.

Lo que se viene es el emprendimiento de locales comerciales. La idea inicial es el desarrollo de un strip center, aunque todavía está en análisis si los locales se destinarán al alquiler o a la venta, pero siempre con el concepto de prestación de servicios para la zona.

Desarrollos a terceros

Por estos días la constructora también culmina un hotel de 30 habitaciones en Tupungato Winelands. Este es el cuarto emprendimiento de una empresa norteamericana y el primero en Mendoza. Los otros dos están en Buenos Aires y el tercero en Bariloche.

El complejo está ubicado en el Valle de Uco a sólo 78 kilómetros de la ciudad de Mendoza y a 8 kilómetros del pueblo de Tupungato, con acceso por la ruta 40 y en el mismo se puede desarrollar diversas actividades como polo y golf. Además cada emprendedor puede adquirir sus hectáreas para implantar viñedos de alta calidad y elaborar su propio vino en forma personalizada.

En este caso, la inversión del grupo norteamericano superó los 4 millones de dólares. La unidad local, propiedad de Eddie Rubio, estará habilitada al 100% en febrero aunque algunos servicios ya están en funcionamiento.

Andrés Pérez Cuesta cuenta que la idea fue desarrollar un hotel de descanso, donde todas las habitaciones den hacia la viña y la montaña.

La forma de trabajar de este grupo, denominado EMR Group, es a través de la venta de la habitación y también a través de una especie de canje con los demás hoteles de la cadena. Esta forma de comercializar es muy usual en Estados Unidos por lo que la mayoría de los compradores provienen de ese país aunque también han adquirido habitaciones argentinos y mendocinos.

Lo que viene

Por estos meses la empresa construirá una especie de condominio en el ingreso del Barrio Chacras de Farrel, otro de los emprendimientos del grupo.

El Chacras de Farrell es uno de los barrios privados más destacados de las inmediaciones del centro de Chacras de Coria. El complejo se sitúa frente al Automóvil Club Argentino, entre calles Besares y Loria.

Por estos días se realizan las últimas habilitaciones y en el primer semestre se especula que estará en obra. Se trata de 14 dúplex con amenities, piscina y otros servicios que colindarán con el barrio porque se emplazan en un terreno lindero pero el ingreso será por separado.

Además están en conversaciones con un barrio privado con el cual se podría comenzar la construcción de manera mixta y también un edifico, aunque no dejaron trascender detalles argumentando que aún están en conversaciones.

El momento del país

Los Pérez Cuesta aseguran que en 2014 se trazaron objetivos que pudieron cumplir, y a diferencia de otros comercializadores, perciben que se ha cambiado la relación de la construcción. “Se ha direccionado un mercado antes especulativo al real. Lo que más se construye ahora son casas y se han dejado de concretar algunos proyectos comerciales”, marca Andrés.

Gonzalo coincide en que esa construcción que se originaba a partir de la necesidad de colocar los ahorros del corralito ya no está, sino que ahora son demandas concretas y reales como hoteles y viviendas.

Otro de los objetivos que se planteó la empresa desde hace años fue el de no construir obra pública, sino trabajar con proyectos privados.

A diferencia de otras firmas constructoras que sortearon los efectos de la recesión gracias a la obra pública, los hermanos Pérez Cuesta consideran que el análisis financiero de los potenciales mercados fue clave. Incluso Andrés cuenta que avizoraron las complicaciones financieras que tendría el Estado y decidieron no trabajar para ese sector desde el 2013.

Falta de financiamiento

El Grupo que lidera la construcción de supermercados y shoppings, además de grandes centros comerciales, considera que Mendoza da para crecer más pero las condiciones financieras complican la construcción de estos grandes emprendimientos teniendo en cuenta que implican gran inversión de capital y hay escasas fuentes de financiamiento.En lo que sí ven buenas perspectivas es en los pequeños centros comerciales, denominados strip center, que “bien ubicados y en centros periféricos, serán un buen servicio”, consideran.

Al exterior

El Grupo empresario advierte gran incertidumbre en 2015, pero Jorge Pérez Cuesta adelanta que en 2016 vendrán grandes cambios y se abrirá el acceso a créditos internacionales. “Este será un momento interesante para el crecimiento de la construcción”, remata.

El grupo opera en España desde hace algunos años con negocios relacionados con los seguros y espera que gracias a la recuperación de la Unión Europea sean negocios con potencial. Además, adelantaron que aguardan el momento justo para lograr una gran penetración en esos mercados.

Se ha armado una pequeña estructura que analiza emprendimientos inmobiliarios y de seguros, apostada en aquel país.

“Allá los márgenes son más chicos pero los ambientes son más estables. Los indicadores de España están repuntando y eso nos entusiasma”, revela Gonzalo.

En la empresa se desempeñan 11 personas sólo en la parte administrativa, a los que se suma el trabajo contratado para proyectos especiales como los barrios o el hotel que se está construyendo y otras empresas no relacionadas con lo inmobiliario.