Comprar en pozo y generar una renta mensual

La inversión en ladrillos enfrenta un cuadro de situación con propiedades cuyo valor está muy por encima de lo que luego reditúa, por ejemplo, un alquiler.

Los inmuebles, junto con el dólar, son los principales activos a los recurren los argentinos como refugio de valor. La larga trayectoria de fuertes devaluaciones que ha sufrido la moneda local y la inflación que mina el poder adquisitivo están entre las causas de esta predilección.

Se mantiene la demanda de lotes para construcción y propiedades

  Sin embargo, en la actualidad el atesoramiento en divisa norteamericana está limado por una inflación en dólares que a nivel mundial se encuentra en máximos de los últimos 50 años, mientras que la inversión en ladrillos enfrenta un cuadro de situación con propiedades cuyo valor está muy por encima de lo que luego reditúa, por ejemplo, un alquiler.  

En este contexto, la desarrolladora Vinsa acaba de estrenar una nueva propuesta para quienes entran 100% cash en obras en pozo en base al concepto de "renta financiera", una modalidad prácticamente inédita en el mercado argentino. "Buscamos ofrecer una alternativa más para quienes compran en efectivo", explica Hernán Brennan, Director Comercial de la firma. 

 "A los inversores, además del descuento sobre el precio que tradicionalmente se obtiene por comprar bajo esta modalidad, le ofrecemos un atractivo adicional a través de una renta financiera, que consiste en pagarle todos los meses un 5% anual en pesos sobre el precio del inmueble", amplía.

El modelo de Vinsa funciona de la siguiente manera: el inversor adelanta el valor de la propiedad 100% en dólares, pero pesificada a un tipo de cambio a convenir con el cliente, lo que se toma como base para la renta mensual que cobrará hasta la entrega de la unidad.

Como ese precio está pesificado al momento de la compra, anualmente se ajusta el precio de la unidad por lo que la rentabilidad del segundo año será superior al del primero y así en lo sucesivo, por efecto del revalúo.

"Una de las principales ventajas es que, bajo este modelo, el inversor no tiene que esperar entre 36 y 48 meses antes de obtener algún beneficio por la propiedad que compró", subraya Brennan.

Además, el 5% ofrecido debe ser valorado en un contexto donde hoy, en promedio, el alquiler de una unidad ofrece una renta anual de entre el 1 y 2% sobre el valor de la propiedad. "Nuestra propuesta implica no solo un ingreso superior al de un alquiler, que además llega antes, sino también una entrada de dinero por la que el inversor no necesita intermediarios, como una inmobiliaria, y donde tampoco tiene mora ni tiene que lidiar con inquilinos", advierte.

Esta nota habla de: