Alberto Tonconogy: “Es imposible trascender sin correr riegos”

Por Ezequiel Derhum Charlar con un profesional reconocido y experimentado siempre es enriquecedor, mucho más si hablamos de Alberto Tonconogy, arquitecto multipremiado que ha extendido parte de sus raíces a tierra mendocina, que sigue proyectando y que brinda un panorama de la arquitectura que vale la pena destacar, sobre todo para quienes piensan trascender en el […]


Por Ezequiel Derhum





Charlar con un profesional reconocido y experimentado siempre es enriquecedor, mucho más si hablamos de Alberto Tonconogy, arquitecto multipremiado que ha extendido parte de sus raíces a tierra mendocina, que sigue proyectando y que brinda un panorama de la arquitectura que vale la pena destacar, sobre todo para quienes piensan trascender en el mundo de la construcción.





Tonconogy, de cuya imaginación salieron las líneas de la galardonada Casa de Uco, volvió a Mendoza para brindar una charla en el marco del encuentro Mundaneum, donde asistió invitado por el Grupo LTN, de la familia Bernardi.









En diálogo con Área Tres, este chaqueño que de muy pequeño se fue a vivir a Buenos Aires contó que respeta mucho la idiosincrasia mendocina, la amabilidad y respeto de los habitantes del Valle de Uco y recordó detalles de los inicios de Casa de Uco.





“Mi hijo me comunicó a los 6 o 7 años que él, cuando sea grande, iba a ser bodeguero. Cuando terminó sus estudios de economía, a los 22 años, con un amigo inició esa actividad, hasta la tesis era hacer una bodega. Ahí comenzó un camino que hace 10 años se concretó con la compra de esos campos, que era un negocio vitivinícola e inmobiliario. En ese momento comencé a actuar con la parte de arquitectura”, detalló el ganador del premio Konex en 2002.





El emprendimiento de lujo que se ubica en el corazón valletano fue germinando bajo una matriz de cuidado ambiental, con espíritu sustentable y con la idea de generar el menor impacto posible. Ahora bien: ¿ser sustentable es una moda?





Tonconogy responde: “No, no todo es sustentable. Sin embargo, hacer lo que corresponde, en la media del conocimiento que hoy tenemos, es muy caro y más en este país. Porque en otros países hay un ayuda mediante para que la gente pase a ese lado y empiece a producir su energía, y hay planes de subsidios que se los permite. En Dinamarca, por lo que tengo entendido, la mayoría va produciendo energía y la va cediendo a una red. La energía la producen todos o mucha gente. Para llegar a eso no sé qué va a pasar… tienen que pasar tantas cosas”.





Alberto contó que una idea obsesiva de su hijo Juan, a cargo del proyecto Casa de Uco, es la sustentabilidad plena, pero esa idea hoy es inviable, por la “nula ayuda” estatal, los extensos tiempos de amortización y el costo de los equipos, como pueden ser los paneles solares.





Así que, en la práctica, “cranear” un proyecto amigable con el medio ambiente no es tarea fácil en la Argentina, sin embargo, adelantó que en su cabeza hay una iniciativa que buscará la “desconexión” y la auto sustentabilidad.





Generaciones









Área Tres preguntó a Tonconogy sobre cómo ve a las nuevas generaciones de arquitectos y si observa una mayor toma de conciencia ambiental en los jóvenes profesionales.





“Te conté la obsesión que tiene mi hijo y, por el otro lado, trabajo en el estudio con millennials y no noto esta obsesión. Quizá estén más conscientes de la imposibilidad real que tenemos de llevar adelante ese tipo de proyectos, que tenemos problemas cotidianos que resolver, tal vez demasiados, y no podemos hacernos los rulos con cosas tan ideales”, manifiesta el Arquitecto, quien se anima a dar su visión general de su disciplina y, de alguna manera, da un mensaje para las nuevas generaciones.





“En arquitectura no hay mucha teoría que enseñarles a los jóvenes, es una artesanía que se hace con ciertas pautas culturales. Entonces, lo que se enseña en la Facultad son pautas culturales, nadie te puede introducir la creatividad, nadie te puede poner el chip para eso, es muy injusto, pero se nace o no se nace”, remata.





En tanto, sobre el rol que tiene un arquitecto en las grandes ligas, Tonconogy da una serie de sentencias dignas de recordar.





“Hay que ser valiente, hay que tener valentía para expresarse. Claro que cuando más riesgo corres, estás más expuesto, pero es imposible trascender sin correr riegos”, resume.





Nuevos materiales





“Yo, en este momento, estoy usando materiales livianos, que los produce Friolatina (empresa mendocina), porque tienen menos inercia. Entonces, estoy pensando estructuralmente. Además, tiene que ver con la parte sísmica, con su capacidad térmica y con la logística. Porque, si estoy trabajando en Mendoza, en lugares donde llegar es difícil, entonces es fundamental que las cosas estén pensadas de otra manera, con materiales livianos, como los paneles, más baratos de transportar. De alguna manera funcionan como un prefabricado hecho a medida”, dice Tonconogy.





Para el arquitecto, con los nuevos materiales hay un beneficio económico, ecológico y logístico.





“Uno tiene que cambiar el punto de vista para sacar el jugo a los nuevos materiales, y si son muy nuevos y uno no quiere que se note tanto, ver la manera de congeniar con lo anterior o tradicional”, concluye.





Revalorizar el hormigón





“Acá en Mendoza hay un material muy viejo que es el hormigón. Es un material que se da naturalmente y se presta a que uno use cuando está afuera de la ciudad”, destaca el premiado Arquitecto.





“Cuando uno hace el cemento, empieza a tener el color del lugar, es algo muy natural trabajar con hormigón en sitios no urbanizados, es bueno sísmicamente, combinando materiales pesados como el hormigón con materiales nuevos. Sustentable también vine por otro lado, viene por no afectar el lugar con las cosas que se le hacen encima”, finaliza Tonconogy.





Perfil





Alberto Tonconogy es un distinguido arquitecto argentino que recibió el Premio Konex en el año 2002 en la categoría Arquitectura para el quinquenio 1992 – 1996. Nación el 9 de octubre de 1941 y estudio en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Fue Profesor Asociado de Diseño Arquitectónico de la UBA. Trabajó en el Estudio Manteola-Sánchez Gómez-Santos-Solsona (PK) (1970-72). En 1982 junto con Raúl Lier (PK) formó el Estudio Lier-Tonconogy (PK), cuyas obras incluyen: Torres Bulnes, edificios de oficinas Bureau Pilar, Torre Panamericana Plaza, La Lomada Club de Campo, Diveo Internet Data Center, Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta e instalaciones del Estadio del Club Boca Juniors. El Estudio dirigió la obra del Campus Tecnológico IBM y desarrolló el complejo Regatta Indian Creek en Miami, Torre Oficinas One Aventura en Miami, Torre Esmeralda (Guatemala 4555), Palermo Uno (Uriarte 2353), 5411 Puerto Madero, Regatta Olivos (Provincia Buenos Aires), Regatta Oficinas (Provincia Buenos Aires). Recibió el Premio Anual de Arquitectura al Mejor Edificio por Paseo Alcorta Shopping (1992), Bienal de Arquitectura por el Estadio Polideportivo de Mar del Plata (1996); Vitrubio (1996); Gran Premio Argentino VII Bienal de Arquitectura de Buenos Aires (1998); Premio MNBA-Air France, Jean Louis Garnier (2001); Beautification Award 2006 (Mejor Edificio Anual, Miami, EEUU); entre otros.